EE.UU. dio por terminada este lunes su misión en Afganistán, tras 20 años de guerra, después de la salida de los últimos aviones con sus tropas.
Así lo anunció el jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, en una rueda de prensa desde el Pentágono, en la que intervino de forma telemática.
Periodistas de la agencia AFP aseguraron que, tras conocerse la noticia, se oyeron disparos en Kabul.
“La tragedia que se ha desarrollado ya no será tan visible. Pero seguirá siendo una realidad diaria para millones de afganos. No debemos darle la espalda. Una crisis humanitaria mucho mayor está comenzando”, dijo en un comunicado el alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Fillipo Grandi.
La misión de evacuación terminó sin lograr haber sacado del país a millones de afganos desplazados de sus hogares por la violencia y, en especial, a miles de colaboradores de las fuerzas internacionales con sus familias, pese a los esfuerzos desplegados por diversos países.
En ese sentido, Grandi dijo que el esfuerzo para evacuar a las personas del país, liderado por Estados Unidos, logró salvar “a decenas de miles de vidas”, pero una vez que el último avión occidental despegue del aeropuerto internacional de Kabul la abrumadora mayoría de afganos, unos 39 millones, permanecerán en el país.
El gobierno de Joe Biden y otros gobiernos europeos han prometido que seguirán ayudando a los afganos aliados que quieran huir el país, aunque no está claro aún cómo podrán hacerlo sin una presencia militar en Afganistán.