Por: Marcelo Miranda ,Gerente de Desarrollo de PuntoChile
Es interesante como, factores que parecieran tener poca o ninguna relación entre sí, pueden disparar cambios de tendencias en una industria de por sí dinámica, como el retail inmobiliario.
El artículo “The real story when a retailer goes off mall”, publicado en el sitio web del ICSC (International Council of Shopping Centers), da cuenta de la tendencia creciente en USA, por la que retailers que han sido tradicionalmente operadores exclusivos de Mall, se están enfocando en centros comerciales abiertos, más pequeños y muchas veces temáticos, a través de los cuales pueden ofrecer sus productos más cerca del consumidor, los que además, tienen ventajas de costos y dan una mejor relación renta / retorno. Es así como tiendas como Gap, Banana Republic, Victoria´s Secret y otras, tradicionalmente in-mall, tienen proyectado entrar al concepto llamado off-mall, disminuyendo su presencia en los grandes centros comerciales, para abrir tiendas menores, muchas de ellas tiendas de concepto, muy centradas en la experiencia, que apoyan y fomentan la venta mediante sus plataformas de e-commerce.
A esto, que es un fenómeno netamente relacionado con estrategias comerciales, se agrega el cambio de hábito de los compradores, que ya hemos tocado en comentarios anteriores, en el sentido de preferir crecientemente el formato de compras remotas, haciendo que éste se perfeccione rápidamente y gane usuarios satisfechos y crecientemente recurrentes, lo que hace pensar que es una práctica que llegó para quedarse.
¿Quiere decir esto que los grandes malls están destinados a vaciarse y cerrar?
Por cierto que no. El acto de comprar hace mucho rato que pasó de la sola provisión de bienes a ser un acto en gran medida colectivo y con implicancias sociales, y el terreno donde se juega ese juego son los grandes centros comerciales, en los que, aparte de comprar (la sola provisión de bienes) vamos también, entre otras cosas, a divertirnos, encontrarnos, pasar el rato, conversar, ver y ser vistos. Todos estos actos son tanto o más importantes que el simple acto de comprar y seguiremos requiriendo espacios urbanos protegidos para ello. Así las cosas, probablemente estamos en un momento de redefiniciones, de reasignaciones de roles y los grandes centros comerciales seguirán cumpliendo un rol preponderante en el quehacer diario del habitante urbano, porque el atractivo que genera la gran concentración de flujo comercial, será siempre insoslayable.
Pero…. ¿Y la pandemia y sus condicionantes? ¿Estamos seguros de poder volver a juntarnos con la misma proximidad despreocupada de antes? ¿Estaremos tan inocentemente felices de aglomerarnos en espacios cerrados, aunque las normas ya lo hayan permitido? Quizás sea el tiempo de apuntar hacia centros comerciales abiertos, ventilados, de mayor relación con el entorno, especialmente en nuestro hemisferio, en este tiempo en que el cambio climático hace retroceder las lluvias hacia el sur y genera en buena parte del país, condiciones aptas para la vida al aire libre, durante prácticamente todo el año.
Centros comerciales mayormente a cielo abierto, más cercanos, a escala menor y con una oferta renovada y especializada, puede ser una tendencia a explorar. Este tipo de escenarios posibles son los que nos gusta analizar en PuntoChile, en este tiempo de cambios que nos presenta interesantes desafíos a los desarrolladores, para encontrar los formatos más atractivos, tanto para el retail como para sus clientes.