Los bombarderos, que van junto a los drones Reaper que ya están en acción, habrían salido de una base aérea en Qatar y serían utilizados para atacar objetivos en las áreas de Kandahar, Herat y Lashkar Gah, señala un cable de ANSA.
El presidente estadounidense Joe Biden no cambia los planes para la retirada de las tropas estadounidenses del país para fin de mes por ahora. The New York Times informa esto, citando fuentes de la administración que explican cómo se ha actualizado a Biden sobre los últimos desarrollos. Por lo tanto, los funcionarios de la Casa Blanca estarían en contacto constante con la embajada de Estados Unidos en Kabul.
Kunduz, Sar-e-Pul, Taloqan: en pocas horas, tres ciudades afganas, capitales de provincia, cayeron en manos de los talibanes. Así prosigue el imparable avance de militantes en el país del que en las últimas semanas han salido las fuerzas extranjeras lideradas por la OTAN tras veinte años de presencia, y de guerra, que en repetidas ocasiones -y en diferentes temporadas militares y políticas- también contuvieron la presencia talibán.
Desde el viernes, las capitales de provincia que han caído en manos de los talibanes son cinco en total. Entre los últimos logros, el más relevante a nivel estratégico: Kunduz. Con sus 270.000 habitantes, se considera la puerta de entrada a las provincias del norte de Afganistán, ricas en materias primas y, por tanto, muy buscadas. A nivel logístico, también es una especie de cruce de caminos de donde parten las conexiones con ciudades importantes, incluso la capital, Kabul. Además, la provincia que tiene a Kunduz como capital también tiene una importante frontera con Tayikistán.
Es una de las rutas más populares para la liberación de opio y heroína del país, con destino a Asia Central, desde donde llega a Europa. Por no hablar del valor simbólico de la empresa: la ciudad en 2001, al comienzo de la guerra, representaba un bastión de la militancia talibán en el norte. Fue arrancado de las fuerzas extranjeras varias veces, en 2015 y 2016, pero los talibanes nunca lograron consolidar y mantener su presencia por mucho tiempo. Controlar el Kunduz no es, por tanto, un gol pequeño o un gol como cualquier otro y hoy podría representar un hito, e incluso un acelerador, en este avance que, desde la ofensiva lanzada en mayo, procedió a paso firme y sin encontrar mayores obstáculos en su camino. Desarrollos que sacuden a quienes ahora están a distancia observando y temiendo resurgimientos y caos. Así, EE. UU. Y Reino Unido ya habían advertido a sus ciudadanos aún presentes en Afganistán o a los que tenían la intención de ir allí en los últimos días: fue el Foreign Office el primero que sugirió a los británicos evitar todos los viajes a Afganistán y, a los que están en País, para dejarlo inmediatamente.
