Comer. Rezar. Amar es una película que nos dejó a todos muy enganchados desde el minuto uno. Su historia, cabe destacar, está basada en una novela que también fascinó al público estadounidense por largos años. Y no es para menos. Su mensaje, una puerta de ingreso a la reflexión y a recapacitar sobre nuestros propios pasos, es sumamente impactante.
No estamos hablando de una historia religiosa, de autoayuda o de metafísica barata. Estamos hablando de un relato que invita a la espiritualidad y a encontrar lo que por tanto tiempo hemos estado buscando.
«Tal vez mi vida no ha sido tan caótica. Tan solo el mundo es como es, y la verdadera trampa es aferrarse a las cosas. La ruina es un regalo. La ruina es el camino a la transformación». — Liz Gilbert.
«Todos queremos que las cosas permanezcan igual. Nos conformamos por vivir en la miseria porque tenemos miedo al cambio, de que las cosas se reduzcan a no menos que en ruinas». — Liz Gilbert.
«Hasta que estés cómodo estando solo, no te darás cuenta de si estás escogiendo estar con alguien por amor o por soledad». — Liz Gilbert.
«Algunas veces, nuestros corazones se rompen para permitir que nueva luz ingrese». —Liz Gilbert.
«Tienes que aprender a elegir tus pensamientos tal como escoges la ropa cada día». —Liz Gilbert.
«Existe un famoso chiste italiano acerca de un hombre pobre que va a la iglesia todos los días, y le reza a la estatua de un santo, rogándole: “Querido santo, por favor, por favor, por favor, ayúdame a ganarme la lotería”. Finalmente la estatua cobra vida, mira al hombre y le dice: “hijo mío, por favor, por favor, por favor, compra un boleto”. Ahora entiendo el chiste. Y compré tres boletos». — Liz Gilbert.
«Tener el corazón roto, significa que has tratado de hacer algo. La única manera de sanar es confiar». — Ketut Liyer.
«Algunas veces, perder el equilibrio por amor, es parte de vivir una vida equilibrada». — Ketut Liyer.
«Sonríe con tu cara, con tu mente y hasta con el hígado». — Ketut Liyer.
«Si eres lo suficientemente valiente para dejar todo lo familiar y cómodo atrás, que puede ir desde tu casa, hasta viejos y amargos resentimientos, para emprender un viaje en búsqueda de la verdad, ya sea externa o interna, estás dispuesto a considerar todo lo que te pase en la aventura como una pista, aceptas a todos los que conoces como maestros, y lo más importante, estás preparada para enfrentar y perdonar algunas realidades muy difíciles acerca de ti, entonces la verdad no te será ocultada». — Liz Gibert.
Fuente: https://www.harpersbazaar.mx/cuerpo-mente/frases-de-comer-rezar-amar/