Partió la Constituyente.  Con potente reconocimiento a las raíces y reuniendo en un mismo propósito a la diversidad de Chile,  entre los 155 convencionales encontramos a representantes de la Primera Línea junto a nostálgicos del pinochetismo.  Esta circunstancia, poco advertida en el país pero muy observada desde el exterior es una de sus mas poderosas bases de legitimidad.  No será fácil su cometido, surgirán problemas,  pero tiene la posibilidad de construir un camino institucional para superar la crisis.  Ojo, la Araucanía mantiene su propio ritmo, un camino es que la Constituyente construya una visión común de país y asuma los pendientes históricos

Oficialismo en descomposición.  La campaña presidencial muestra que lo común de la derecha es que ningún partido se reconoce en el actual Gobierno y es muy difícil que pueda elegir al próximo presidente.  En el otro extremo, pese a romper con creces la votación histórica del PC, Daniel Jadue también convoca un anti voto que neutraliza su posible elección, aunque permitirá que el partido acreciente su bancada.

Si la derecha está a la defensiva política y cultural, si el PC tiene techo corto, entonces la formula que puede ganar se encuentra entre la DC y el FA, pasando por la social democracia.  Si construyen una formula común, la carretera estará despejada.  De lo contrario, como con la Roja pos Bielsa, a sacar la calculadora.  Ahora, si los cálculos los sacan los caudillos parlamentarios mirando sus distritos, por ahí iríamos seguro a muchas peleas en el camarín.  Una dispersión de este mundo asegura que tendríamos una segunda vuelta con dos minorías.  Como en el Perú.

En el barrio las cosas se complican.  El asesinato del presidente haitiano, unido al ametrallamiento del helicóptero presidencial colombiano hace poco, son índices de una inestabilidad que a nadie ayuda.  Si además se salpica con la actividad de mercenarios, la situación es peor.  En Perú, a menos de dos semanas de que deba asumir, aun no se proclama al presidente electo.  La pandemia sigue viento en popa.



Sensación térmica: Indignación en curso



La sociedad sigue avanzando a tientas en la pandemia.  Los abusos de poder siguen indignando, como el viaje a EEUU de influyentes que traen la Delta de regreso, o el director de una clínica que abusa de su posición y de sus trabajadores.  La indignación da paso a la rabia, y esperemos que las autoridades tomen nota que de ellos depende otorgar estabilidad al país.  Por cierto, la sociedad debe colaborar, pero si no colabora la autoridad estaremos en problemas.

Cuando concluya este invierno ya estaremos en franca carrera presidencial, los constituyentes tendrán reglamento y ojala se hayan vacunado los porfiados, como dijera el gran Carlos Ditborn, porque no tenemos nada lo queremos todo.

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