Un estudio internacional de Kaspersky sobre las citas y el impacto de la tecnología en las relaciones reveló que la mayoría de los usuarios percibe de forma positiva la función de los algoritmos inteligentes en los servicios de citas: el 45% de los chilenos confiaría en la selección de pareja hecha por la inteligencia artificial (IA), y el 74% señaló que las recomendaciones del algoritmo corresponden por completo con sus preferencias.
Esta percepción positiva de la IA en general está respaldada por una encuesta mundial realizada por ARM en la que el 54% de los encuestados admitió estar interesado en utilizar la IA como compañero o asistente personal.
Las citas en línea operan de forma similar, ya que las diferentes aplicaciones utilizan algoritmos inteligentes para ayudar a las personas a encontrar una pareja y recomendarles perfiles compatibles. Y más de la mitad (58%) de los encuestados del país está de acuerdo en que las aplicaciones de citas, en general, han facilitado mucho el proceso. Además, el 45% afirmó que sólo se reuniría con personas recomendadas por el algoritmo.
Pero una cosa es confiar en las recomendaciones y otra elegir a una pareja basándose únicamente en las recomendaciones hechas por la IA: el 49% de los chilenos no está seguro de que los algoritmos puedan comprender toda la complejidad de factores que atraen a las personas. Además, el 33% considera que ser emparejado por medio de algoritmos es deshumanizante.
«Los resultados de nuestra investigación muestran que muchas personas perciben positivamente la introducción de la IA en las aplicaciones de citas y que esto puede facilitar a muchas personas encontrar una pareja adecuada. Los algoritmos inteligentes analizan los intereses, las preferencias y los swipes de los usuarios, para recomendarles candidatos adecuados con base en sus gustos. Al mismo tiempo, a pesar de las ventajas y posibilidades de los servicios de citas, siempre hay que estar atentos y recordar que no podemos saber con certeza quién está al otro lado de la pantalla», comenta David Jacoby, investigador de seguridad en Kaspersky.
«Siendo sinceros, las posibilidades que nos trae la digitalización sólo cambian la forma en que buscamos el amor verdadero y no el amor verdadero en sí. Las tecnologías, como la inteligencia artificial, posibilitan que la búsqueda sea más precisa, rápida y sencilla. Minimizan los riesgos. Y eso es importante porque las aplicaciones de citas tienen como objetivo encontrar a la pareja perfecta, por ello estamos tan dispuestos a dejar que la inteligencia artificial nos ayude, ya que hace un valioso trabajo previo, hasta llegar al primer encuentro”.
No es diferente en la vida real. Cuando conocemos a alguien en el trabajo, en un evento deportivo o en un bar, también buscamos primero las similitudes, y solemos fingir mayor interés que el que podríamos tener en realidad. Pero cómo se «siente» el encuentro en la realidad, es decir, si la conexión es genuina o artificial, si la persona está interesada o aburrida; eso nunca puede ser verdaderamente descifrado por la inteligencia artificial y sus recomendaciones. Tampoco puede decirnos cómo huele la otra persona, cómo se ríe o cómo se comporta en general.
«Por eso la inteligencia artificial y el amor no van de la mano solo a primera vista. Puede que los algoritmos no sean capaces de sentir, pero posibilitan relaciones que implican cualidades muy personales, como la empatía, la apertura y la estabilidad emocional», comentan los terapeutas Birgitt Hölzel y Stefan Ruzas, del despacho Liebling + Schatz, de Munich.
«También en nuestro sector, la IA y las aplicaciones están creciendo en muchos ámbitos. En el desarrollo de nuevos juguetes sexuales es cada vez más necesario que los estos tengan la capacidad para anticiparse a las necesidades de los clientes. Los cuerpos de las personas, los orgasmos, el placer y el deseo son siempre diferentes en cada persona y pueden depender en gran parte del estado de ánimo. Un buscador de juguetes, por ejemplo, que determine previamente cuál es el vibrador perfecto, utilizando ciertos algoritmos, podría apoyar en este proceso. Para nosotros, al inventar nuevos productos, es importante que haya confianza en la tecnología, el material, la seguridad de los datos y, sobre todo, la sostenibilidad y el beneficio duradero. Un botón o una aplicación de un solo uso no aporta ningún valor añadido ni satisfacción duradera al cliente. Y nosotros siempre nos preocupamos por estos puntos cuando lanzamos innovaciones al mercado», comenta Kristy Stahlberg, responsable de comunicación corporativa de Fun Factory.
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