El Presidente haitiano Jovenel Moise fue asesinado a tiros por atacantes no identificados en su residencia privada durante la noche en un «acto inhumano y bárbaro» y su esposa resultó herida, dijo el miércoles el primer ministro interino Claude Joseph, según consignan cables internacionales.
El asesinato del martes por la noche se produjo en medio de una creciente crisis política y económica y de un aumento de la violencia de pandillas, señala AP.
El descontento y la inestabilidad habían ido en aumento en el país, de más de 11 millones de personas, durante el mandato de Moïse. Sus problemas económicos, políticos y sociales se han agravado y la violencia de pandilleros se ha disparado en la capital, Puerto Príncipe. También ha subido la inflación, y tanto alimentos como combustibles escasean cada vez más. El 60% de la población gana menos de dos dólares al día.
Haití tenía previsto celebrar elecciones generales a finales de este año.
También hay que consignar que por más de una década se instaló la Misión de Estabilización de la ONU, MINUSTAH, que calramente no sirvió de nada y para nada porque la situación en ese país siguio igual o peor.