Un completo rechazo manifestaron los diputados RN, Miguel Mellado y Jorge Rathgeb, ante las imágenes que muestran a cuatro encapuchados con armas de guerra custodiando el ataúd de Pablo Marchant, el integrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) que perdió la vida en un enfrentamiento armado con Carabineros en Carahue, región de La Araucanía.
Marchant -oriundo de Renca- es velado en la comuna de Lumaco, mientras en paralelo, se han producido una serie de ataques incendiarios contra camiones y buses, algunos de los cuales se produjeron en plena Ruta 5 Sur.
«Lo he dicho públicamente, la única forma de frenar esto es decretar Estado de Sitio, porque esto es tierra de nadie, mientras los terroristas hacen gala de sus armas, encapuchados, cual guerrilla, se sacan fotos en los funerales y las difunden sin ningún empacho, el Gobierno parece que está inmóvil”, criticó Mellado.
El legislador profundizó sus críticas, señalando que a su juicio “los terroristas saben que nadie hará nada para perseguirlos, al menos han perpetrado 22 ataques incendiarios, luego de lo sucedido en Carahue (…) queman cinco camiones en la ruta que debe ser la ruta más controlada del país«.
«Estado de Sitio es lo que pedimos y se espera que la Fiscalía llame a declarar los que están incitando a la violencia y llamando al odio. Yo espero también que los políticos, sobre todos los de izquierda, dejen de decir que hubo un asesinato, hasta Llaitul dice que hubo un enfrentamiento«, añadió.
Por su parte, Rathgeb sostuvo que “llama la atención las imágenes que finalmente estos grupos publican en redes sociales, se demuestra además el grado de preparación y fuertemente armados”.
El legislador precisó que a su juicio, con estas imágenes “también queda de manifiesto que en La Araucanía, más allá de tratar de buscar una solución, están generando violencia y con ello ponen en riesgo la seguridad alimentaria de una región que produce alimentos y abastece al resto del país«.
Finalmente, ambos parlamentarios realizaron un urgente llamado al Ministerio Público a investigar con prontitud, no sólo la muerte de Pablo Marchant, sino que también el origen de las armas de guerra exhibidas, quiénes son las personas encapuchadas que las portan y si están vinculadas a ataques previos en la zona.