Este viernes, tras la derrota de La Roja ante Brasil por un gol a cero -jugando el mejor partido de la copa tras farrearse los otros- sepultó la aspiración de Vidal y sus boys para llegar a la final y con ello se sella el fin de esta generación de futbolistas estrella llamada la «Generación Dorada», pensar en que llegarán a Qatar, es una falacia a menos que sea un torneo senior.
Así todo, con carretes e indiciplinas al por mayor, se le debe reconocer a estos jugadores que le dieron una vuelta de tuerca al fútbol nacional con grandes tirunfos que levantaron la moral nacional, pero demostró que muchos de estos jugadores al alcanzar la fama y la riqueza de poco y nada les sirve si no tienen autodisciplina, autocontrol y si no invierten en «cultvarse» un poquitito que sea, porque no hay nada peor que tener dinero pero miseria cultural, lo que se repite mucho en este Chile de nuevos ricos que no saben distinguir entre la plata o la lata, pero que enloquecen por zapatillas ultramegacaras que se transforman el objetos de deseo en los arrabales santiaguinos, donde más importa tener tal o cual moelo que saber leer o habalr medianamente bien.
Lo peor de todo es que, para el caso el fútbol, no hay generación de recambio, tampoco se ve una planificación estratégica para esarrollar el fútbol a nivel competitivo como lo fue la actual, pero paradójicamente este problema de falta de recambio se ve en la política y en los candiatos, simplemente no hay.
Sin duda que el fútbol es el reflejo de la sociedad local.