El cochayuyo es un alimento lleno de fibra, capaz de ayudar a mantener el peso, disminuir los niveles de colesterol y controlar la glucosa en la sangre. Sin embargo, en nuestro país su uso no es masivo y una empresa nacional quiere cambiar el escenario con innovadora propuesta.
Es indudable que nuestro país cuenta con una amplia gama de súper alimentos que podrían tener un positivo impacto en la salud de todos los chilenos, quienes recurrentemente sufren de patologías derivadas de la obesidad, la diabetes y el colesterol alto. A lo largo de Chile es posible encontrar productos que rebosan antioxidantes -con frutos como el maqui y el calafate-, a otros que poseen altos niveles de fibra y polifenoles, entre otros compuestos, pero el principal problema es que su consumo es bajo en la población. Tal es el caso de un patrimonial recurso que podemos encontrar en las costas de nuestro país: el cochayuyo.
De hecho, la mención a condiciones como obesidad, diabetes y colesterol alto no es gratuita, ya que diversos estudios han demostrado la eficacia de los nutrientes que posee el cochayuyo para combatirlas. Por ejemplo, puede ayudar a controlar la obesidad al producir saciedad debido a la gran cantidad de fibra que posee -como así también a controlar los niveles de colesterol- y permite bajar el nivel de glucosa en la sangre gracias a compuestos como los betaglucanos (polisacáridos) y polifenoles (antioxidantes).
Aunque, tal y como se mencionó, el principal problema es que los chilenos no consumimos cochayuyo, ya que muchas veces resulta complicado no solo por el fuerte sabor marino, sino que también por su preparación, que implica una exhaustiva limpieza para eliminar arena que pueda traer. Por este motivo es que la empresa chilena Seaweed Place ha experimentado muchos años en diferentes productos para incentivar el consumo de esta alga, creando innovadoras propuestas como una ensalada instantánea de algas chilenas, salsa boloñesa de cochayuyo e, incluso, chocolate con algas.
El último producto que lanzarán al mercado consiste en suflé de cochayuyo. Hechos sobre una base de harina de maíz, este snack está compuesto por cerca de un 20% de esta alga. El producto vendrá en cuatro formatos, con diferentes sabores: queso, pesto, merkén y tomate albahaca. Además del aporte del cochayuyo en sí, como la fibra dietética que aporta, también estos snacks serán una excelente fuente de calcio, fierro y magnesio.
El director comercial de Seaweed Place, Juan Francisco Aldunce, detalla que una porción de 35 gramos equivale a comerse una ensalada de cochayuyo de más de 50 gramos hidratada; es decir, en un formato más pequeño y con un sabor más amable, será posible consumir la misma cantidad de nutrientes que en un plato de estas algas.
“En Chile, el alga más consumida es el cochayuyo y después el luche, pero la verdad es que el consumo es muy bajo, no creo que lleguemos al kilo per cápita al año. En países como Japón, el consumo de una persona al año llega a los 40 kilos. Creo que estamos muy lejos de eso, pero por eso es que trabajamos desarrollando estos productos y también con instituciones como la Junaeb, para incorporar en los menús para niños este tipo de alimentos”, explica Aldunce.
El proyecto fue posible gracias a los fondos del programa Corfo Conecta y Colabora, que permitió que desde Seaweed Place trabajaran en conjunto con el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), la Universidad de Chile y la empresa Clextral. El proceso que se utiliza para obtener este snack se llama extrusión y se lleva a cabo en la Facultad de Ciencias Agronómicas del plantel universitario.
La extrusión es un proceso por el que un alimento puede adquirir nuevas formas, texturas y sabores, gracias a una máquina que regula la temperatura y a una matriz que permite dar forma al producto. Álex Cabrera Peña, encargado del Laboratorio de Extrusión de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, explica que, en el caso de los snacks de cochayuyo, “se mezclan harina de algas junto con un cereal como el maíz. Estos ingredientes se procesan en nuestro equipo, un extrusor pequeño, al que se agrega agua y se aumenta la temperatura, generando una energía mecánica para conseguir la forma de suflé”.
Mariam Riera, ingeniera de desarrollo a cargo del proyecto en CeTA, explica que este tipo de iniciativas son claves para que Chile pueda acceder a más opciones saludables de alimentación. “Este tipo de productos, como el que estamos desarrollando junto a Seaweed Place y la Universidad de Chile, es uno de los objetivos a lo que apuntamos como Centro de Innovación: rescatar el consumo de alimentos patrimoniales, como el cochayuyo, para que las personas lo incorporen a sus dietas. El hecho de que muchas personas no coman cochayuyo, porque les disgusta su sabor, puede ser solucionado gracias a la tecnología que contamos sin que eso implique la pérdida de nutrientes de estos alimentos”, detalla Riera.
Durante el transcurso de julio se podrá obtener este innovador snack en www.comealgas.cl, donde además se pueden adquirir los otros alimentos desarrollados por esta empresa.