La Unidad Constituyente se alzó como la gran ganadora en esta segunda vuelta de gobernadores, luego de imponerse en 9 de las trece regiones en donde se llevaron a cabo las elecciones. El triunfo de la alianza opositora y, en especial, el gran resultado de la Democracia Cristiana, parecen pavimentar el camino a la eventual candidatura presidencial de Yasna Provoste.

Así, la Falange recuperó fuelle al imponerse en 5 balotajes: Arica y Parinacota, Metropolitana, Maule y Los Lagos. El PS, en tanto, logró imponer a sus tres candidatos en esta segunda vuelta en O’Higgins, Ñuble y Los Ríos, mientras que un independiente del pacto ganó en la Región de Antofagasta.

Por su parte, el Frente Amplio solamente se impuso en la Región de Tarapacá; los Ecologistas e Independientes en Coquimbo; y Chile Vamos logró una solitaria victoria en la Región de La Araucanía, ahondando su crisis nacional.

Finalmente, los independientes sin pacto se quedaron con las gobernaciones en las regiones de Atacama y el Biobío.

No olvidemos que esta jornada electoral se caracterizó por la bajísima participación. Solo 1 de cada 5 electores fue a votar este domingo: solo 2.555.990 electores acudieron a las urnas, es decir, una abstención del 80%.

Los gobernadores electos

Arica y Parinacota: Jorge Díaz (DC-Unidad Constituyente)

Tarapacá: José Miguel Carvajal (Comunes-Frente Amplio)

Antofagasta: Ricardo Díaz (Ind-Unidad Constituyente)

Atacama: Miguel Vargas (Ind)

Coquimbo: Krist Naranjo (Ind-Ecologistas e Independientes)

Metropolitana: Claudio Orrego (DC-Unidad Constituyente)

O’Higgins: Pablo Silva (PS-Unidad Constituyente)

Maule: Cristina Bravo (DC-Unidad Constituyente)

Ñuble: Óscar Crisóstomo (PS-Unidad Constituyente)

Biobío: Rodrigo Díaz (Ind-ex DC)

La Araucanía: Luciano Rivas (Ind-Chile Vamos)

Los Ríos: Luis Cuvertino (PS-Unidad Constituyente)

Los Lagos: Patricio Vallespín (DC-Unidad Constituyente)

Recordemos que en primera vuelta ya se habían dirimido las elecciones de las regiones de Valparaíso, donde triunfó Rodrigo Mundaca (IND-Frente Amplio), Aysén, con Andrea Macías (PS), y Magallanes donde el ganador fue Jorge Flies (IND-Unidad Constituyente).

Unidad Constituyente fortalece su escenario presidencial

De las 16 gobernaciones que estuvieron en disputa tanto en la primera y segunda vuelta, Unidad Constituyente obtuvo en definitiva 11 triunfos, resultado que representa el principal logro electoral de la centroizquierda desde la victoria de Michelle Bachelet en 2013 y que le entrega un gran respiro de cara a las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, después de la crisis tras las mega elecciones de mayo y la desastrosa inscripción de candidaturas para primarias presidenciales.

Y no caben dudas que la victoria Claudio Orrego sobre la frenteamplista Karina Oliva en la Región Metropolitana marcó un hito en este proceso (independientemente de que la derecha se cuadró con lo que consideró la candidatura menos mala para sus intereses).

Más aun, en la general, los tradicionales partidarios de las ex Concertación y Nueva Mayoría lograron resarcirse de la dura derrota ante el eje PC-Frente Amplio en la elección de constituyentes (28 versus 25 convencionales), mientras que ahora consiguieron en total 11 gobernaciones contra solo tres de sus rivales en la oposición.   

El triunfo da también una fuerte señal a nivel presidencial. La abanderada PS, Paula Narváez, tiene motivos para festejar. Su partido obtuvo en total cuatro gobernaciones, misma cantidad que logró la DC, donde los cerca de 930 mil votos logrados en la jornada de hoy acelerarán las definiciones en torno a la presidenta del Senado, Yasna Provoste, que ha irrumpido con fuerza en las encuestas de opinión pública como carta presidencial, aunque sigue sin aceptar condición condición, como sucedió hoy en la noche en la sede de la Falange cuando se celebraba el triunfo de Orrego.

Y aunque en Atacama, la fuerte candidatura (apoyada por Provoste en persona) perdió ante un independiente fuera de Pacto (ex PS), ello se compensó con creces con la victoria de otro independiente fuera de pacto, exDC y aún vinculado fuertemente a Unidad Constituyente. 

Y no olvidemos que el triunfo de 5 de sus candidatos le permite a la DC recuperar aire, después del triste espectáculo ofrecido con la inscripción de candidaturas para una primaria presidencial del sector, y las derrotas humillantes sufridas en las elecciones de constituyentes y municipales.

¿El regreso a la realidad del eje PC-FA?

Apenas se conocieron los resultados de la primera vuelta el 16 de mayo pasado, el Partido Comunista – Frente Amplio definieron que la batalla emblemática sería la que librarían Karina Oliva (Comunes) y Claudio Orrego en la Región Metropolitana, enfrentamiento que el bloque de izquierda no tuvo problemas en «presidencializar».

En este escenario, tanto Daniel Jadue como Gabriel Boric invirtieron buena parte de su capital político en el apoyo a una candidatura que si bien había sorprendido por su alta votación en mayo, estuvo permanentemente atravesada por controversias de diversa índole, siendo la última de ellas el apoyo recibido de parte de la dupla Pamela Jiles-Pablo Maltés, que desató críticas públicas desde el propio Frente Amplio y que puso en difícil situación a Boric, quien tiene una pública disputa con Jiles y que había asegurado previamente que «ni por un millón de votos» aceptaría el respaldo de la venida a menos figura presidenciable del Partido Humanista.

La campaña confrontacional de Oliva contra Orrego movilizó incluso a más votantes que en la primera vuelta: sacó cien mil votos más que hace un mes, y donde las proyecciones hablaban incluso de una ventaja decisiva de 55% contra 45 de su rival falangista. Pero la carta DC, además de mantener el apoyo de sus aliados del PPD, PR y el grueso del PS, se fortaleció en los sectores medios y altos de la capital, logrando ademas un masivo apoyo desde la derecha.

¿Crisis terminal en la derecha?

Finalmente, los resultados de este domingo confirmaron y ahondaron aún más el borrascoso escenario que desde Chile Vamos tenían respecto a estas elecciones. De las 13 regiones en disputa en la segunda vuelta, el bloque oficialista tenía candidatos en nueve de ellas, pero sólo una de sus cartas consiguió el triunfo: Luciano Rivas en La Araucanía, zona donde históricamente la derecha ha obtenido buenos resultados (y pese a que allí también se temió lo peor ante la dura derrota sufrida en las elecciones municipales y de constituyentes de mayo pasado).

Y si bien los candidatos del sector ofrecieron dura pelea en las regiones de Ñuble y Los Ríos, la norma general fueron fuertes derrotas, emulando la debacle de mayo cuando ni siquiera llegó al tercio de los constituyentes y perdió comunas emblemáticas como Maipú, Santiago y Viña del Mar, entre otras.

En una elección donde el protagonismo se concentró en la oposición, quizás si el mayor símbolo del momento que vive el oficialismo es la imagen del Presidente Sebastián Piñera y varios ministros de Estado votando en la contienda en la Región Metropolitana. Votando eso sí por alguna figura de la oposición, porque la carta oficialista, Catalina Parot, quedó fuera del balotaje tras llegar en el cuatro lugar en los comicios de mayo. 

Y, junto a lo anterior, no deja de ser sintomático que dos de las cartas presidenciales de Chile Vamos, Sebastián Sichel e Ignacio Briones, se hayan trasladado a La Araucanía para estar con la previsible única carta con opciones reales de triunfo y que pudo concretar su victoria. En realidad, tampoco había mucho donde escoger.