Candidez de Chile frente a nuevo «compromiso» de Gas de Argentina: Embajadores de ambos países publican empalagosa opinión en que aseguran que no se volverá a producir el corte como ocurrió en 2004

El pasado 9 e enero de 2021 : "Por el mayor consumo eléctrico cortaron las exportaciones de gas a Chile".

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Este lunes los embajadores de Argentina en Chile, Rafael Bielsa y de chile en buenos Aires, Nicolás Monckeberg, publican una buenista opinión en el vetusto y cada día menos leído diario, pero como el contenido es de una candidez absoluta -para Chile por cierto- es que la reproducimos, ya que se refiere al gas argentino que surte Chile y en particular a la estratégica Región de Magallanes y la Antártica Chilena, la misma que reclama el que controla la llave de paso al otro lado de la frontera.

Recordemos que Chile suscribió los primeros acuerdos de gas con la Argentina en 1997 y fue Néstor Kirchner que en 2004 rompió los acuerdos y simplemente cortó el suministro de gas a Chile gas que por cierto no e una dádiva sino que es una compra que hace Chile. Tras este corte -y corte de confianza con el gobierno trasandino-, el 30 de octubre de 2018 el Ministerio de Energía chileno informaba: «Hoy Chile y Argentina celebraron un importante hito en su proceso de integración energética, luego de que llegara a nuestro país, por primera vez en una década de interrupción, el envío de gas natural trasandino para la generación eléctrica, el cual será usado en el Complejo Nehuenco de Colbún S.A., ubicado en la Región de Valparaíso».

La declaración de este lunes se cae ya que el 9 de enero pasado la propia prensa argentina titulaba: «Por el mayor consumo eléctrico cortaron las exportaciones de gas a Chile. A pocas semanas de que el gobierno nacional autorizara los primeros pedidos de exportación de gas natural hacia Chile de la actual gestión, el gobierno nacional debió dar marcha atrás y cortar los envíos al vecino país.

En este contexto la declaración: «Gas natural en firme: una buena noticia para Chile y Argentina», deja más dudas que dertezas porque si Argentina tiene mayor demanda u otra razón, volcera a cerrar la llave. Por cierto, es un error estratégico depender de un tercer país para el suministro de gas, más cuando el prontuario de argentina en cuanto a rompimiento de acuerdos con Chile es voluminoso.

A continuación el texto de los embajadores:

«El mundo hoy nos demanda muchos desafíos frente a los cuales Argentina y Chile actuando en conjunto podemos responder mucho mejor. La reducción de la huella de carbono en nuestros procesos productivos e industriales y el impulso de las energías limpias son uno de ellos. Se trata de una tarea que no podemos eludir.

El progreso tecnológico ha permitido que la Argentina pueda explotar nuevas reservas. Esto revitalizó el comercio de hidrocarburos con Chile, que se había paralizado desde la decadencia de los yacimientos convencionales argentinos. Hoy los recursos de gas existentes en la formación Vaca Muerta superan los 308 trillones de pies cúbicos; esto equivale a todo el consumo de Argentina por más de 100 años, lo que permite una nueva perspectiva y un reimpulso importante para ambos países en términos de integración energética.

Chile en los últimos años ha realizado fuertes compromisos con la descarbonización de su matriz energética. Se han hecho inversiones y tomado decisiones serias y audaces para terminar con la dependencia del carbón, especialmente en el sector de la generación eléctrica. A su vez, Chile apostó con fuerza por las energías limpias del futuro, las renovables, y asumió el compromiso de producir para el año 2050 el hidrógeno verde más barato del planeta.

Sin embargo, en el presente, la dependencia de ambos países respecto de los combustibles líquidos, el diésel y su nocivo material particulado, y en el caso de Chile, la calefacción a leña en el sur, genera un gran espacio para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes a través del gas natural. Se trata de una transición energética que ya está en curso y debemos transitarla con mucha determinación, pero también con realismo, para no caer en voluntarismos excesivos que finalmente nos hagan retroceder o que afecten en exceso a nuestras economías.

El gas natural, de esta manera, tiene un rol importante como un combustible que permitirá por un período avanzar en esta transición hacia la carbono neutralidad. Es un energético que para ambos países ya atravesó el proceso de maduración de su factibilidad técnica y de su rentabilidad económica y puede ser una solución para la generación eléctrica o la calefacción residencial, para la industria y el transporte pesado.

La noticia de la autorización de permisos para envíos en firme de gas natural desde la Argentina para Chile durante el verano próximo posibilita una necesaria anticipación en los tiempos, clave para el mercado chileno en relación con su abastecimiento por buques de GNL, pero, además, implica una clara decisión de las autoridades argentinas de restablecer y consolidar confianzas y dar previsibilidad al abastecimiento.

El Plan Gas como política energética del Presidente Alberto Fernández conlleva entre sus objetivos iniciales, además de sustituir importaciones y aumentar la producción local, la exportación al mercado chileno, y la sola concurrencia de las empresas chilenas y argentinas demuestra que hay un mercado a desarrollar.

El desafío de ambos gobiernos es dar continuidad a este proceso, estableciendo un diálogo público-privado que permita avanzar en mecanismos que otorguen certeza. Creando simultáneamente las condiciones para que la inversión haga crecer los saldos exportables de Vaca Muerta, asegurando oferta y demanda mediante contratos de largo plazo. Se trata de una coyuntura estratégica, que ambos países debemos aprovechar.

Hay mucho en juego. La Argentina puede conseguir divisas, empleos de calidad y mejorar la recaudación impositiva a nivel federal y provincial a través de las regalías. Chile puede conseguir un camino hacia una matriz energética más limpia sin obstaculizar el crecimiento de su economía, mejorar la salud de los habitantes y asegurar un mayor bienestar en sus hogares mediante precios más accesibles para la calefacción durante el invierno», remata la publicación conjunta de Rafael Bielsa, Embajador de la Argentina en Chile y Nicolás Monckeberg, Embajador de Chile en la Argentina.

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