Australia anunció este sábado (19.06.2021) que llevará a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los altos aranceles impuestos por Pekín sobre los vinos australianos, en lo que supone un peldaño más en la creciente tensión comercial y polítical entre ambos países, reseña DW.
Recordemos que en marzo pasado el Ministerio de Comercio de China anunció que desde el día 28 e marzo, entrarán en vigor nuevos aranceles de entre el 116,2 % y el 218,4 % para los vinos australianos, como resultado de una investigación contra la competencia desleal iniciada el año pasado.
Las exportaciones de vino australiano a China, hasta hace poco su principal destino con unas ventas de hasta 1.100 millones de dólares australianos (840 millones de dólares estadounidenses) se desplomaron un 96% en el primer trimestre del año después de que el pasado noviembre Pekín incrementara los aranceles de importación un 218%. Según cifras oficiales, el comercio se ha reducido a solo 20 millones de dólares australianos.
Según indicó la cadena de televisión ABC, el ministro de comercio australiano, Dan Tehan, afirmó que Australia pretende con esta decisión defender los intereses de su industria vinícola, que ha sufrido «un daño serio» por «las acciones tomadas por el gobierno de China».
«Nos gustaría poder sentarnos y ser capaces de resolver estas disputas. Mientras no estemos en posición de hacerlo, emplearemos cualquier otro mecanismo para tratar de resolver esta y otras disputas que tenemos con el Gobierno chino», afirmó. Sin embargo, insistió, «Australia permanece abierta a comprometerse directamente con China para resolver este problema».
Tehan reconoció que el proceso ante la OMC será difícil y la resolución llegará en un plazo de entre dos y cuatro años. Se trata de la segunda vez que Australia lleva a China ante la OMC en los últimos meses, después de protestar el pasado diciembre por tasas de importación que considera abusivas sobre la cebada.
Las relaciones entre ambos países sufren su peor momento en décadas, con episodios como la suspensión en mayo por parte de Pekín de su mecanismo de Diálogo Económico Estratégico con Australia, país al que acusa de «mantener una mentalidad de Guerra Fría». Australia excluyó en 2018 a Huawei de su red 5G, en otro episodio de tensión.