Las Islas Falkland obtuvieron su primera calificación crediticia soberana, una calificación de grado de inversión A + de S&P Global, mientras el pequeño territorio administrado por los británicos busca sumergirse en los mercados de préstamos para pagar las mejoras en su principal Puerto, según reportó Reuters.
La construcción de este centro logístico para reemplazar el FIGPASS en Port Stanley, forma parte del “Plan para las Islas” que formuló en 2018 el gobierno de esta posesión británica con el objetivo de generar un centro naviero y de vínculos internacionales en el sector pesquero, que es considerado “vital para el crecimiento económico de las Islas Falkland”, según indican en el Plan.
El proyecto consideraría también establecer a las islas como una de las puertas de entrada a la Antártica, en paralelo con Punta Arenas y Ushuaia, lo cual de concretarse también le permitiría una mayor autonomía logística (y por ende menor dependencia) de los abastecimientos provenientes desde Sudamérica.
Antes de 2020, las Malvinas prácticamente no tenían deuda soberana, pero sus planes para mejorar el puerto en la capital Stanley significan que se espera que tome prestados aproximadamente 60 millones de libras de las Islas Malvinas (US$ 85 millones) este año.
El endeudamiento planeado para el puerto dejará la relación deuda / PIB de las islas, la métrica estándar de salud fiscal, en aproximadamente 21%, estimó S&P.
Su nueva calificación A + coloca a las Malvinas, que tiene una población de solo 2.563 según reportó del gobierno, en línea con China y Japón.
Las Falkland se encuentran a unos 480 km (298 millas) al noreste del extremo sur de América del Sur. La pesca representa alrededor de la mitad de su PIB de US$ 300 millones, que junto con la exploración de petróleo y gas, ayudó a impulsar el crecimiento económico en un 11% anual en promedio entre 2009-2018.
La economía se paralizó el año pasado cuando el COVID-19 afectó a sectores como el turismo. La salida del Reino Unido de la Unión Europea también ha supuesto un desafío porque ha generado aranceles sobre las exportaciones de pescado del territorio.
A diferencia de varios otros pequeños territorios de ultramar, las Islas Malvinas no reciben ninguna ayuda presupuestaria directa del Reino Unido.