Croacia anunció que ha acordado la compra de un lote de aviones de combate Rafale F3R usados a Francia, confirmando lo señalado el pasado viernes por el Primer Ministro Andrej Plenkovic, en una operación valorada en 1.200 millones de dólares.
Los aviones sustituirán a los veteranos MiG-21 rusos, y se trata de la mayor compra de armas del país desde la guerra de independencia de Yugoslavia en los años 90.
El país europeo, miembro de la UE y la OTAN, eligió el paquete de Francia por encima de las ofertas de Israel, Suecia y Estados Unidos.
Plenkovic dijo en una sesión del gabinete que la oferta francesa de suministrar los aviones por 999 millones de euros era la mejor oferta, y que la compra de este avión haría que el gasto de Croacia superara el límite del 2%, acorde a la recomendación de la OTAN de que sus miembros gasten ese porcentaje del PIB en defensa.
El contrato incluye 10 cazas monoplaza Rafale C y dos biplaza Rafale B, así como sistemas de armas, piezas de repuesto, logística y capacitación. Los primeros seis se entregarán en 2024, y los últimos seis están previstos para el año siguiente.
«Por el precio más favorable, Croacia obtiene los aviones mejor calificados y mejor equipados», recalcó el primer ministro.
Los críticos han sugerido que el Gobierno debería centrar sus esfuerzos en ayudar a la recuperación de la economía afectada por la pandemia, en lugar de gastar en armamento.
El ministro de Defensa, Mario Banozic, declaró al respecto el pasado viernes a los medios de comunicación locales que la decisión de comprar los aviones no consistía en dar a los militares «nuevos juguetes».
«Estos aviones son simplemente la base de nuestra seguridad», acotó.