El exsubsecretario del Interior Mahmud Aleuy señaló que el escenario del país tras las elecciones del pasado fin de semana «no es catastrófico como algunos plantean» y, si bien, llama a la prudencia para analizar en profundidad los resultados y efectos a largo plazo de lo ocurrido en las votaciones, recalcó que «se ha reforzado una vía institucional en el país, creo que eso es bueno«.
En su intervención en el programa «Las Cartas sobre la Mesa» de Infogate, Aleuy hizo hincapié en que tras las elecciones, «aquellos grupos que se sintieron marginados por períodos largos en la historia del país, hoy día están dentro de la institucionalidad«, precisando que «es bueno para el país porque al final las decisiones las tomaba una elite económica, política, en algunos casos incluso social, y eso venía haciendo crisis hace bastante rato».
Por lo anterior, descartó un escenario catastrófico «sino al revés: se ha logrado, por la vía electoral además, instalar en una sola estructura al conjunto de la realidad política, social, cultural, étnica de Chile y serán ellos ahora los que deberán tener la habilidad para construir espacios de colaboración interna para poder definir las relaciones de poder, que la Constitución es eso, las relaciones de poder rigen a la sociedad, las relaciones de poder que se necesitan para los próximos años».
«Creo que se produjo un escenario severo para las fuerzas políticas más tradicionales, pero por lo menos ya hay un cauce institucional donde ya está reflejada mayoritariamente la realidad del país y eso me parece muy positivo», reiteró.
Ante ello, llamó a «mirar esto con tranquilidad, no hay que ponerse nervioso«.
Los siguientes pasos
Sobre los próximos pasos que se darán en este contexto, sostuvo que «un componente fundamental va a ser la Constitución, la Constituyente, ese va a ser un foco más aun cuando se tomo una decisión que habitualmente en los grandes eventos no se toma, que es hacerlo en el centro del país. Eso le va a dar más espacio público a la Constituyente, porque habitualmente los eventos de este tipo se hacen en espacios más protegidos y no tan abiertos».
Acotó en este punto que «no solo va a haber una preocupación central en los contenidos esenciales del proceso constituyente que habitualmente son los derechos y deberes de los ciudadanos, la estructura institucional y el equilibrio que existe en esas instituciones. Lo que se ve hasta ahora es que se van a integrar un conjunto de otros temas que no responden a estas tres generalidades o que son parte de estas generalidades y ahora hay que hacerle seguimiento a eso».
Añadió que un segundo punto «tiene que ver con el proceso paralelo de la presidencial y la parlamentaria, y que se tiene que reflejar hoy (miércoles) con la inscripción de primarias legales».
Y un tercer punto será fundamental: «la conducta del Gobierno. En un sistema presidencial como el actual, más allá de si uno está de acuerdo con el presidencialismo o uno lo califica como ultrapresidencialismo, el Gobierno va a seguir teniendo una incidencia como la tuvo y afectó brutalmente a la derecha«.
La complejidad de estos elementos obligan a que para cualquier análisis «se tendrá que mirar esos tres componentes en forma paralela, y mirar los resultados del fin de semana y lo que vaya sucediendo posteriormente de una manera integrada, porque si se miran aisladamente se van a tomar conclusiones erradas, así por ejemplo como algunos consideran un problema que se haya reflejado tanto independiente tras las elecciones, pero creo que es al revés, refleja la realidad de este país que se venía expresando hace rato».
Por ello, sostuvo que «se debe tener la suficiente inteligencia colaborativa para poder establecer con nitidez como interpretar las cosas de la mejor manera y cómo se va ir produciendo el tránsito de las cosas pensando en la estabilidad que el país necesita en adelante, porque se requiere solucionar los grandes problemas de arrastre que hemos tenido y los podamos plasmar en unas relaciones de poder al interior del país. Y eso no lo va a poder hacer una sola persona, ni una institución virtuosa, lo va a tener que hacer mucha gente que aporte a ese debate, y lo relevante va a ser cómo estructurar esos espacios de diálogo, como regularlos adecuadamente para poder construir un país donde todos los chilenos nos podamos sentir parte de él«.
Como queda el Gobierno en este escenario
Por otra parte, el ex subsecretario del Interior bajo el último gobierno de Michelle Bachelet abordó cuál sería el papel futuro de la actual administración de Sebastián Piñera en este escenario, explicando que «el Presidente y el Gobierno tensionaron la situación de una forma completamente desmedida durante tres años, con una política donde primero intentó pulverizar a la oposición y en paralelo las opiniones políticas que entregaba el Mandatario y el propio Gobierno fueron siempre simplistas, exitistas y terminó dividiendo al país entre amigos y enemigos».
Recordó como ejemplo para lo anterior que «la última exposición del vocero frente a una postura política de la oposición en el Parlamento fue que la en la oposición eran unos chantajistas».
Sin embargo subrayó que «eso cambió hace dos semanas por la situación política; el Gobierno se vio enfrentado a la realidad del fracaso de su política sistemática durante tres años. La responsabilidad principal de la situación el país tiene que ver con lo que ha hecho el Gobierno. Como ejemplo, muchos se sorprenden del llamado Parlamentarismo de facto pero este surgió en 2019 porque el Presidente en vez de asumir él la resolución de la crisis como actor político principal, le traspasó la responsabilidad al Parlamento el que le discutió y le dio una salida político-constitucional al país; eso lo debió haber hecho el Presidente, pero si tu le entregas la responsabilidad política que tú tienes a otro actor, no tienes por qué sorprenderte de que el otro actor actúe de esa manera. Hay que mirar no solo los efectos de la situación sino las causas».
En dicho contexto, puntualizó que «el Gobierno debiera hacer un enorme esfuerzo para lograr un acuerdo con el Parlamento para solucionar los problemas que tiene la gente en su vida cotidiana«, haciendo alusión a las discusiones por los mínimos comunes que actualmente se efectúan entre ambos poderes.
Agregó que «si sigue igual como los últimos tres años, claro que va a producir un nivel de tensión extremo; tiene que hacer un tremendo esfuerzo de dialogar con la institucionalidad que existe, esto es, con el Congreso, porque si no el impacto de seguir tensionando por parte del actor político principal en la propia constituyente va a ser negativo«.