Ximena Rincón se vio obligada a bajar su candidatura presidencial por la Democracia Cristiana, luego que los presidentes del PPD y el Partido Socialista le señalaran a la Falange que no irían a primarias con ella si la senadora no bajaba su postulación.
Rincón informó de su decisión a la Junta Nacional del partido pese a que esta mañana había dado entender que mantendría su postulación tras declararse anoche «en reflexión» en medio de la aguda crisis que vive la DC tras su fracaso en las megaelecciones del fin de semana que llevó a la renuncia de su presidente, Fuad Chahín y al debate acerca de la conveniencia de levantar la precandidatura presidencial de la senadora Yasna Provoste en vez de la representante de la región del Maule.
La decisión de Rincón se produce a horas del cierre del plazo establecido por el Servicio Electoral para la inscripción de primarias presidenciales (a medianoche de este miércoles 19 de mayo), contexto en el cual la oposición está inmersa también en una grave crisis, con la bajada esta jornada de las candidaturas de Heraldo Muñoz y Pablo Vidal, el apoyo entregado por este último a Paula Narváez, carta presidencial del PS, quien llamó a una primaria abierta de toda la oposición, y la espera en este escenario de los candidatos Gabriel Boric (Frente Amplio) y Daniel Jadue (PC)
La carta de renuncia
Por medio de una carta, Rincón señaló que «esta mañana me ha llamado la presidenta del partido, la estimada camarada Carmen Frei, para notificarme que nuestros socios, a través de Álvaro Elizalde y Heraldo Muñoz, le habían dicho que la única manera de ir a primarias con la DC era que yo depusiera mi candidatura presidencial«.
Señaló que dado lo anterior, y «en esa disyuntiva, he decidido poner a disposición de ustedes, con mucha humildad, camaradas de la Junta Nacional, la nominación presidencial que me entregaron ayer por la tarde«.
«No seré yo un obstáculo para que el Partido Demócrata Cristiano pueda conformar las alianzas que considere necesarias para los desafíos electorales que se avecinan, y de los cuales depende el futuro y bienestar de chilenos y chilenas», sostuvo la senadora, asegurando que «tampoco pondré en riesgo la elegibilidad de nuestros candidatos a gobernadores que deben disputar las segundas vueltas el 13 de junio y que pueden perder la adhesión de los demás partidos, pese a haber suscrito un compromiso y haber estrechado sus manos».
Añadió que «mi compromiso es con Chile, mi partido, pero sobre todo con los miles de chilenos y chilenas que no pueden seguir siendo gobernados por el sucesor de Sebastián Piñera, eso le hace mal a Chile«.
Seguidamente hizo hincapié en que «el partido debe resguardar a nuestros parlamentarios, y por lo tanto la decisión que hoy se está tomando no puede exponer o permitir que en el futuro diputados y senadores sean vetados como lo fui yo«.
Junto con poner a disposición de la Junta un programa de gobierno, solicitó «que se mantenga en sus cargos al resto de los integrantes de la mesa nacional hasta después de la segunda vuelta de gobernadores, pues ellos necesitan toda la energía y trabajo para salir victoriosos en las elecciones», pidiendo ratificar las elecciones del partido para el 25 de julio próximo.
