El presidente de la Cámara de Diputado, Diego Paulsen (RN) reconoció la demora de Chile Vamos en entregar una propuesta formal al Gobierno en el marco de la Agenda de Mínimos Comunes y recalcó que la “línea de la pobreza es lo que vamos a exigir como mínimo para llegar con estas ayudas”.
“El Ejecutivo, a raíz de esta agenda de mínimo comunes, nos convocó hace dos semanas atrás a La Moneda. La idea, y el plazo que incluso nos autoimpusimos nosotros mismos a la salida de esa reunión, era haber presentado el viernes pasado la propuesta para llegar en mayo con los beneficios a las familias y pequeñas y medias empresas de nuestro país”, explicó el diputado en conversación con Radio Agricultura esta mañana.
Precisó que “ante ese plazo, claramente nosotros nos hemos demorado desde Chile Vamos un poco más. La oposición se demoró y entregó el día miércoles la propuesta. Nosotros ya tenemos claro que queremos un mazazo importante de apoyo a las familias, pero tan importante como ellas son las pequeñas y medianas empresas”.
Paulsen justificó el retraso en que “nuestra propuesta, y que se la hicimos saber de manera más general al Gobierno el día miércoles, también se la hemos dado a conocer a nuestros alcaldes, consejeros regionales, gobernadores. Creemos que es importante conocer y en las propuestas tener la realidad de todo Chile” y ello porque, aseguró, la propuesta de Chile Vamos tiene que ser socializada y consensuada en el sector, y de allí la mayor demora, aunque iría en línea con lo ofrecido por el gobierno.
Línea de la pobreza como mínimo
Por ello, el diputado RN recalcó que “la línea de la pobreza es lo que nosotros vamos a exigir como mínimos para llegar con estas ayudas”.
A continuación comentó que “cuando partimos conversando respecto de los mínimos comunes, el mínimo común era la línea de la pobreza. Después de estas reuniones que tuvieron desde la oposición, y me imagino viendo que existía una apertura importante desde el Ejecutivo y Chile Vamos a llegar a esa línea de la pobreza, ellos proponen lo nuestro y el 30% más“.
Ante ello no dejó de criticar la postura opositora de ignorar el costo del beneficio propuesto, al sostener que “lo que no se dice es que esa propuesta aumenta de 2.800 millones de dólares a 3.900 millones de dólares y que en un rango de cuatro meses nos estaríamos comiendo literalmente el 50% de la reforma tributaria establecida por la presidenta Bachelet y que apuntaba a la gratuidad en la educación superior”.
Concluyó en ese sentido que “tenemos que poner en perspectiva la realidad de Chile, cómo está la economía, cómo queremos pagar esto”.
