El senador opositor independiente, Alejandro Guillier, pidió un pronunciamiento a la Comisión de Constitución de la Cámara Alta sobre antecedentes para el debate de una posible destitución al Presidente Sebastián Piñera, durante la discusión del proyecto del tercer retiro del 10%.
Así, señaló en su intervención que «la Cámara de Diputadas y Diputados tiene la facultad de iniciar una acusación constitucional, pero quiero recordar que este Senado, de acuerdo al artículo 53 número 7 de la Constitución vigente, puede iniciar un proceso de destitución«.
En ese marco, solicitó por intermedio de la presidenta de la corporación, Yasna Provoste, que se le solicite al presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Pedro Araya, que «a la brevedad» se pudiera entregar respuesta a una solicitud que fue planteada hace más de un año por el diputado Jaime Mulet y el Partido Regionalista Verde Social, con el fin de “conocer los procedimientos específicos para dar lugar a la declaración de inhabilidad del Presidente de la República por impedimento físico o mental, como también respecto a la dimisión o renuncia de dicho cargo, eso ajustado absolutamente a nuestra institucionalidad».
A su vez, mientras justificaba su decisión de apoyar la iniciativa de retiro de los fondos previsionales, atacó la actitud del Gobierno en la discusión de la iniciativa, señalando que «de alguna forma representa un intento de censura o desconocimiento o menoscabo de las facultades de este poder del Estado. También sé que en el fuero íntimo de cada uno de los miembros de esta sala hay claridad de que Sebastián Piñera es hoy incapaz de entender los dolores y las angustias que están viviendo las familias en Chile«.
«Tenemos conciencia que sus actuaciones y tozudez está poniendo en grave tensión la paz social y la gobernabilidad del país. A la pandemia y a la crisis social hay que sumarle a Piñera que se transforma en una suerte de provocador, de un precipitador de una ingobernabilidad que está viviendo el país«, destacó.
Finalmente, subrayó que con su actuación, el Mandatario «destruye la paz social y hace imposible recuperar la senda del progreso que el país necesita«.