Este viernes, el periodista Santiago Pavlovic -supuestamente espiado por el DINE del Ejército- se refiere nuevamente al caso espionaje que afecto a profesionales de la prensa con la siguiente carta:

«El abogado del exjefe de la Dine (Dirección de Inteligencia del Ejército) general (r) Schafik Nazal aseguró que la investigación y medidas intrusivas, que incluyeron la interceptación del teléfono el periodista Mauricio Weibel, se relacionaron con la “filtración de documentos estratégicos y secretos para el Ejército de Chile”. Entre ellos habría estado “la información de compra y mantenimiento de armas”.

La verdad es que, desde un comienzo, las investigaciones periodísticas se refirieron al caso de un coronel y un cabo que se concertaron para robar recursos del Estado, en concomitancia con empresarios privados dedicados al mantenimiento de equipos militares. La denuncia partió por un oficial que detectó internamente un forado en la Tesorería del Ejército, lo cual daría paso luego a otras denuncias y decenas de aristas judiciales en las cuales quedó en evidencia una extendida corrupción militar vinculada al mantenimiento de camiones en Santiago y Arica. A esto se agregarían, coetáneamente, investigaciones sobre enriquecimiento ilícito de comandantes en jefe del Ejército, malas prácticas y abusos en el uso de pasajes por parte de decenas de oficiales.

Me pregunto, ¿qué tiene que ver esto —efectivamente reporteado por periodistas indagados por la Dine— con la afectación de la “seguridad nacional” y la supuesta filtración de documentos estratégicos y secretos asociados con ella? ¿Deben los actos corruptos cometidos por militares coludidos con empresarios, ser amparados por el secreto y una mal entendida “seguridad nacional?”, remata Santiago Pavlovic.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!