Filipinas ha detectado desde marzo a la fecha una flota de al menos 240 barcos chinos en su zona económica exclusiva junto a un arrecife que Manila reclama como propio pero que Beijing, en medio de sus agresivas reclamaciones en las aguas del disputado mar de China Meridional, parece ignorar.

Lo anterior ha generado una creciente tensión, llevando a agresivas declaraciones del gobierno filipino encabezado por Rodrigo Duterte en defensa de sus aguas territoriales (límites reconocidos por un fallo de La Haya que China se niega a acatar) y que llevaron a Filipinas a presentar una dura carta diplomática de protesta.

Aunque China lo niega, Filipinas sostiene que muchos de estos barcos integran en realidad una milicia marítima que «contribuye a la militarización del área» y se dedica a hostigar a pescadores y civiles filipinos que navegan en esas aguas, como ocurrió la semana pasada con un barco que transportaba a un equipo de televisión del canal filipino ABS-CBN.

Las últimas patrullas marítimas llevadas a cabo por la Guardia Costera y la Armada de Filipinas han constatado la presencia de buques de la Armada del Ejército Chino de Liberación de los Pueblos: dos barcos de guerra con misiles Houbei, uno de clase corbeta y un remolcador de la marina; así como tres barcos del cuerpo de guardacostas chinos y diez atribuidos a las milicias marítimas.

Los arrecifes de Gaven, Whitsun, McKennan, Travesura, Subi, la isla Thitu o el atolón de Ayungin son las áreas del mar del Sur de China -denominado en Filipinas Mar del Occidental de Filipinas- con más presencia de barcos chinos, denunció en un comunicado el Grupo de Trabajo para el mar de China Meridional filipino, creado por miembros de la Fuerzas Armadas y de los Departamentos de Defensa y Exteriores, así como de la Oficina de Recursos Pesqueros y Acuáticos.

«Además del cargamento militar, la mayoría de los barcos pesqueros detectados tienen unos 60 metros de eslora, lo que les permite capturar al menos una tonelada de pescado. Siendo conservadores, estimamos que han capturado ilegalmente en nuestras aguas unos 240.000 kilos de pescado cada día que permanecen allí», asegura el NTF-WPS.

Los diplomáticos chinos, sin embargo, sostienen que los barcos de pesca se estaban resguardando de malas condiciones del mar y que no había milicias a bordo.

Con la creciente amenaza china, Duterte se ha visto obligado a dejar atrás su dialéctica anti-estadounidense (que había reemplazado por un abierto acercamiento con Beijing que terminado en un duro desengaño) y volver a buscar su ayuda. En ese sentido, el pasado domingo ambos gobiernos anunciaron la realización de ejercicios militares conjuntos en las próximas dos semanas.

El año pasado, ya con la crisis en marcha, maniobras similares habían sido canceladas debido a la pandemia de coronavirus, mientras que las de este año serán de menor envergadura también a causa de la crisis sanitaria, explicó el jefe militar filipino Cirilito Sobejana. 

En los ejercicios militares, conocidos como Balikatan (hombro a hombro), participarán unos 700 soldados estadounidenses y 1.000 miembros del ejército filipino.

El anuncio se produjo horas después de una llamada telefónica entre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y su homólogo filipino Delfín Lorenzana. 

Con información de Deutsche Welle.