Actualmente los delincuentes sustraen dispositivos para llevar a cabo delitos económicos que van desde realizar compras a través de apps hasta la solicitud de créditos de consumo en línea.

Desde hace más de un año, debido a la pandemia mundial por Covid, empresas de diversos rubros han impulsado -más que nunca- la realización de diligencias en línea, ya sea compras, pago de cuentas, trámites financieros, entre otros. Y, en gran medida, se ha visto cómo los smartphones han cumplido un papel fundamental en este aspecto, transformándose en gran parte de los casos en la principal herramienta de comunicación a nivel personal y a nivel laboral.  “Los smartphones son como nuestras billeteras, o mejor dicho, nuestro banco móvil, en ellos tenemos gran cantidad de información ya sean datos personales; financieros con tarjetas de crédito precargadas en diversas app’s; a través de ellos realizamos pagos y transferencias, entre otros, pero cerca del 80% de los dispositivos no tienen ningún tipo de protección tecnológica ante ciberataques o fraudes cibernéticos”, comenta René Caracci, Country Manager de NovaRed. 

Esta nueva realidad se ha transformado en nuevas oportunidades para delincuentes, quienes han encontrado en ella fórmulas para llevar a cabo su cometido. Por un lado, los cibercriminales aprovechan la situación realizando fraudes cibernéticos tales como ataques del tipo phishing, malwares, entre otros, para robar de ese modo información sensible y confidencial de los usuarios.

Por otro lado,  están los delitos presenciales. Si antes los criminales robaban smartphones con la finalidad de revender los equipos, en el último tiempo -y cada día más- se ha visto cómo su nuevo objetivo es realizar delitos económicos vinculados al acceso a estos, como por ejemplo, uso de las aplicaciones instaladas para realizar compras; pagar cuentas; solicitar avances en efectivo, entre otros. Lo preocupante es que, según cifras de Carabineros, solo en la Región Metropolitana se reciben diariamente un promedio de 22 denuncias de robos de celulares, lo que corresponde a más de 650 delitos de este tipo al mes.

¿Qué hacer en caso del robo del equipo? 

Es importante siempre realizar la denuncia a las autoridades correspondientes. Asimismo, se deben bloquear las tarjetas de débito y/o crédito a través de las instituciones financieras. Finalmente, y no por eso menos importante, resulta fundamental bloquear el equipo entregando a la compañía proveedora del servicio el número de IMEI (International Mobile Equipment Identiy) del dispositivo. “El IMEI corresponde a una cifra de 15 dígitos que es como su rut o huella digital, es único para cada aparato y permite, entre otras cosas, poder bloquearlo en caso de robo”, explica Caracci.  

Pero, ¿Cómo conseguir el IMEI de un dispositivo? Se puede marcar el código *#06# en el teclado de teléfono y el número se mostrará automáticamente en la pantalla. Otra forma, es acceder a “ajustes” e ir a la opción “acerca del teléfono” donde se podrá encontrar el número. Una última opción es mirar bajo la batería, donde debería haber un adhesivo con el número impreso. 

Protección de dispositivos móviles

Bien sabemos que el robo físico del equipo no es la única forma que tienen los delincuentes para acceder a la información sensible de las personas. De hecho, Chile se ha instalado como uno de los países Latinoamericanos más propensos a ser víctimas de ciberataques. Según cifras de NovaRed, durante 2020 y gatillado por la crisis sanitaria, los delitos informáticos en nuestro país aumentaron en un 60% en comparación al año anterior.  De hecho, solos los ataques del tipo phishing aumentaron en un 360% y los del tipo ransomware en 210%.  

Por ello es que los expertos recalcan la importancia de proteger tecnológicamente los dispositivos móviles para evitar ser víctimas de algún delito. Entre las recomendaciones más importantes están: contar con antivirus, antimalware y antiphishing instalados en el dispositivo; mantener el equipo con clave de acceso de preferencia con huella dactilar o PIN, antes que el uso de patrones.  Descargar aplicaciones desde sitios oficiales y tiendas establecidas e idealmente no cargar las tarjetas de crédito en ninguna de las app’s instaladas en el dispositivo, pero si estamos obligados a hacerlo estar seguros que el uso para pagos requiera un segundo nivel de autenticación. 

Ahora bien, en el caso de que el dispositivo sea robado y, considerando que la mayoría de las claves que un usuario posee se pueden recuperar a través de los correos electrónicos a los que los delincuentes acceden fácilmente por estar generalmente es sesiones abiertas, los expertos recomiendan como fundamental contar con métodos de autenticación multifactor (MFA). Estos corresponden a sistemas de seguridad que requieren más de una forma de autenticación para verificar la legitimidad de una transacción. “Dicho más fácil, un MFA combina dos o más credenciales considerando lo que uno ‘sabe’ (contraseñas); lo que uno ‘posee’ (token de seguridad o tarjetas de coordenadas) y lo que uno ‘es’ (verificación biométrica como huella digital, iris del ojo, tono de voz, etc.)”, aclara el especialista. 

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