La agencia Jiji y la cadena de televisión pública japonesa NHK, informa que: El gobierno nipón decidió verter al mar agua contaminada de la accidentada central nuclear de Fukushima, a pesar de la fuerte oposición local a este proyecto. Esta decisión pondría fin a siete años de debate sobre cómo deshacerse del agua procedente de la lluvia, de las aguas subterráneas o de las inyecciones necesarias para enfriar los núcleos de los reactores nucleares que se fundieron tras el terremoto tsunami del 11 de marzo de 2011. El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, tiene previsto anunciar la decisión el próximo martes, informan lo medios locales.
Esta decisión pondría fin a siete años de debate sobre cómo deshacerse del agua procedente de la lluvia, de las aguas subterráneas o de las inyecciones necesarias para enfriar los núcleos de los reactores nucleares que se fundieron tras el tsunami del 11 de marzo de 2011.
l agua destinada a ser liberada en esta operación, que debería llevar varios años, se filtró en varias ocasiones para eliminar la mayoría de sus sustancias radiactivas (radionucleidos), pero no el tritio, que no puede eliminarse con las técnicas actuales.
Se diluirá para cumplir con los estándares internacionales, dijo la televisión pública NHK, consignó la agencia AFP.
Esta información se dio a conocer luego de que Suga se reunió el miércoles con Hiroshi Kishi, dirigente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Japón.
Al término de la reunión, el primer ministro había anunciado una decisión «en un futuro próximo».
En la actualidad, alrededor de 1,25 millones de toneladas de agua contaminada están almacenadas en más de 1.000 tanques cerca de la central nuclear dañada hace diez años en el noreste de Japón.
La decisión es muy urgente debido a que los límites de la capacidad de almacenamiento de agua in situ podrían alcanzarse a partir del otoño boreal de 2022.
Según los expertos, el tritio sólo es peligroso para la salud humana en dosis muy altas. El Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) también aboga por la opción de dilución en el mar.