Uno de los commodities que más llamó la atención de los inversionistas el año pasado (2020) fue el rey de los metales, el oro. Su precio pasó de USD $1.527 al principio de enero a USD $1.887 al cierre de diciembre, un crecimiento de cerca del 24% en el año, sin embargo hemos podido ver cómo durante lo que va del 2021 su precio ha estado descendiendo. ¿Se terminó entones la bonanza con el precio del oro?
Para responder a esta pregunta primero debemos tomar en cuenta las razones que llevaron al rally del precio del oro el año pasado, y es que con la llegada de la pandemia por el Covid-19 comenzó el pánico financiero en los mercados mundiales, los inversionistas vendieron apresuradamente los activos con mayor riesgo y comenzaron a buscar activos que les hiciera sentir seguros. Muchos de ellos se fijaron en el oro como refugio y empujaron su precio hasta llevarlo a su ATH (Al Time High) de USD $2.063.
Con la llegada de las vacunas a los diferentes países, el mercado accionario volvió a ganar confianza y fuerza, haciendo retroceder el precio del metal dorado, dejando claro que los inversionistas volvían al juego del riesgo medido.
Nos encontramos entonces ante un escenario de dos vías, uno de riesgo y otro de oportunidades para el precio del oro. En el primer escenario tenemos a los inversionistas perdiendo el miedo a la pandemia y acompañando de manera decidida la inversión en acciones, como muestra de ello podemos señalar los ATH logrados recientemente por algunos de los principales índices mundiales como el S&P 500, NASDAQ y Dow Jones. El fin de la pandemia y el crecimiento de los mercados internacionales es en definitiva un factor que presiona al oro a la baja.
El segundo escenario que se presenta tiene que ver con las bajas tasas de interés que hay actualmente en la mayoría de países y a las políticas expansivas de los Bancos Centrales que de seguro se mantendrán a pesar del fin de la pandemia. Este escenario hace que las personas que quieran mantener ahorros líquidos se vean obligadas a buscar nuevas alternativas porque los fenómenos de inflación les harían tener rentabilidades muy bajas o negativas. Entre esas nuevas alternativas está sin duda la compra de oro de inversión, de este modo pueden ahorrar sin tener el riesgo de los mercados bursátiles y conservar el valor adquisitivo de sus ahorros frente a la inflación. No está demás considerar que el daño económico que ha causado la pandemia continúa creciendo y esto finalmente favorecerá al precio del oro.
Por último, sin importar cuál escenario sea el que veamos más probable, debo recordar que las inversiones en oro son inversiones de largo plazo y no especulativas, por lo que una estrategia de compra de oro a corto plazo puede implicar perdidas en la operación, y una estrategia a largo plazo se ve prometedora en las condiciones económicas que estamos viviendo.
Sobre el autor: Juan Carlos Cano, Asesor Financiero, Autor de Despertar sin Deudas, @jccanou