- Según el Banco Mundial y el Mineduc (2020) con un año completo de cierre, los estudiantes de escuelas públicas alcanzarían el 5% del aprendizaje esperado, versus el 64% obtenido por los estudiantes de escuelas privadas.
- En salud mental, los estudiantes de colegios públicos reportaron en 2020 mayores problemas asociados a síntomas depresivos y ansiosos que sus pares de escuelas privadas (Centro de Justicia Educacional, 2021).
- Hoy la pregunta que todo el mundo se está haciendo, es cómo retornar a clases en las comunas que sea permitido de manera segura.
En nuestro país se han implementado estrictos protocolos para la reapertura de las escuelas y la transmisión del virus dentro de las escuelas. Los estudiantes deben practicar el distanciamiento social, usar máscaras, y las aulas deben tener ventanas que se abran. Sin embargo, estas medidas quedarían sin efecto cuando las ventanas deban permanecer cerradas y la habitación carezca de suficiente ventilación. Ese sería el mayor problema con un virus transmitido por el aire.
Si bien los estudiantes llevan mascarillas, su respiración aún circula y se mezcla por el salón. Aproximadamente el 3% del aire que respira cada persona en una sala de clases, ha sido exhalado por otras personas.
Incluso los estudiantes que lucen sanos pueden ser portadores asintomáticos que pueden transmitir el virus, la cálida respiración del estudiante que porta el virus, a medida que se eleva y comienza a dispersar aerosoles respiratorios contaminados por el salón, estos se concentran en la sala de clases, que tienen poco aire fresco en el espacio, donde los contaminantes continúan circulando por toda la sala.
Los expertos coinciden en que una buena ventilación es la forma más eficaz y práctica de eliminar los contaminantes de un espacio, en este caso una sala de clases. Existen programas en ciudades como Nueva York que recomiendan de cuatro a seis intercambios de aire por hora en las aulas, mediante cualquier combinación de ventilación y filtración.
“Las medidas simples y económicas pueden hacer que las escuelas sean mucho más seguras, pero tal situación se complica en nuestro país cuando entramos al periodo de otoño-invierno y las temperaturas bajan de manera considerable”, indica Jaime Trewik, experto en climatización de Airolite.
Al agregar un purificador de aire simple con un filtro HEPA y un ventilador de caja que insufle aire fresco a la habitación pueden funcionar junto con otras precauciones como el enmascaramiento y el distanciamiento social para evitar el aumento de contagios en los establecimientos educacionales.
“Mejorar la ventilación es solo una parte”, dijo Trewik, «también se debe cumplir con todas las demás pautas dispuestas por la autoridad sanitaria, para poder continuar con las clases presenciales de manera realmente segura».