De las múltiples lecturas que se pueden hacer de la muy interesante entrevista que dio el exdelegado presidencial para la Macrozona Sur, esta el no entendimiento de la lógica y forma en que operan las fuerzas armadas, especialmente cuando se trata de intervenir en temas de orden publico y de seguridad interior.
A Cristián Barra le llama la atención y molestó mucho que oficiales de las fuerzas armadas llegaran a las reuniones con abogados (conocidos como auditores en las instituciones de la Defensa). El asistir a reuniones con abogados es una práctica habitual en el mundo de los negocios, ya que hay que tener cuidado de no realizar negocios rompiendo aspectos legales, los cuales cada día son más complejos. Lo mismo aplica al mundo militar que dispone de abogados muy bien preparados en aspectos del empleo de la fuerza militar en operaciones de guerra y obviamente también, en el posible empleo en seguridad interior.
Un primer antecedente que se debe tener a mano es el juramento que realizan cada uno de los integrantes de los institutos armados. Estos en su juramento a la bandera juran:
«Yo, (nombre, grado, etc.) juro por Dios y por esta Bandera, servir fielmente a mi Patria, ya sea en mar o en tierra o en cualquier lugar, hasta rendir la vida si fuese necesario; cumplir con mis deberes y obligaciones militares, conforme a las leyes y reglamentos vigentes; obedecer con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores y poner todo empeño en ser un soldado valiente, honrado y amante de mi Patria».
Como bien dice el juramento, las cosas se hacen de acuerdo a las leyes y reglamentos vigentes, las cuales deben estar 100% claras cuando se trata del posible uso de fuerzas militares en seguridad interior, ya que de lo contrario se pueden generar excesos, o bien terminar con soldados en la cárcel por estimarse que sobrepasaron sus atribuciones. No queremos lo uno o lo otro, y, lo que, es más, se los debemos a los soldados que están en la calle, los cuales están cumpliendo las ordenes de sus superiores.
Es por eso que existen estados de excepción constitucionales (EEC) con reglas claras y atribuciones establecidas y reglas de uso de la fuerza (RUF) a ser usadas en los distintos EEC. Lo que no existen son reglas claras para el uso de la fuerza en escenarios como son los que generan el decreto 265, que se está pensando ampliar a la Araucanía, que llevan a las instituciones a apoyar a las policías en el control del narcotráfico y la inmigración ilegal en el norte de Chile, o lo que se quiere que hagan en protección de infraestructura crítica, todo lo cual no ocurriría si es que no se les pidiera involucrarse en cosas que no son de su ámbito o especialidad, que es la defensa de la soberanía, el territorio y el interés nacional.
Ningún militar quiere terminar sus días en Punta Peuco y es por eso que siempre buscara actuar conforme a las leyes y reglamentos vigentes, y si es que no existe claridad en el tema, actuará con prudencia y pedirá consejo a sus abogados objeto que el remedio no sea mas caro que la enfermedad.