Las autoridades bolivianas confirmaron este sábado que la expresidenta interina del país, Jeanine Áñez, fue detenida y trasladada a La Paz en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana, bajo un fuerte despliegue de seguridad, tras haber sido aprehendida en Trinidad, capital departamental del Beni. La política fue derivada a la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), donde pasó la noche.
Su captura, ocurrida en horas de la madrugada, fue justificada por el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, quien descartó cualquier tipo de persecución política.
«Hemos efectuado, como mandan las leyes y la Constitución, la orden de aprehensión en un proceso que ha seguido todo su curso y serán las autoridades judiciales las que continúen la investigación y determinen la situación de las personas detenidas”, dijo.
Áñez es acusada de los delitos de sedición, conspiración y terrorismo, en el marco de una investigación por el supuesto golpe de Estado de 2019 contra Evo Morales. El viernes habían sido detenidos también los exministros Álvaro Coímbra, de Justicia, y Álvaro Guzmán, de Energía. Por la misma causa se habían ya dictado órdenes de captura contra los excomandantes militares Williams Kaliman y Sergio Orellana, y el excomandate policial Yuri Calderón. El viernes quedó en prisión Flavio Arce, exjefe del Estado Mayor.
«Mis oraciones por los bolivianos”
El ministro Del Castillo evitó referirse a Áñez como expresidenta, mencionándola, en cambio, como «la exsenadora”. De acuerdo con el político, los detenidos «habrían conspirado» y cometido «delitos de sedición» y reiteró que el proceso seguía un curso legal, «no como durante el gobierno de facto, que cuando iniciaba un proceso, primero aprehendía y al día siguiente se le iniciaban los procesos (a los detenidos)”.
Según la prensa boliviana, Áñez fue detenida en un operativo encabezado por el propio comandante de la Policía, Jhonny Aguilera, quien también lideró un interrogatorio contra la exmandataria. La noticia de su captura fue dada a conocer por Del Castillo en redes sociales a eso de las 1.15 de la madrugada, luego de que el viernes la fiscalía dictara una orden contra ella y cuatro de sus exministros, dos de los cuales se encuentran en Estados Unidos.
Áñez escribió en Twitter que era víctima de una persecución política, una tesis que comparten políticos y exmandatarios bolivianos. «Denuncio ante Bolivia y el mundo que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos”, escribió Áñez en Twitter a la 1.48 hora local del sábado (05.48 GMT) tras ser detenida.