Algunos investigadores han señalado que pacientes recuperados de Covid perdieron la audición de manera repentina y permanente; otros difieren de esta conclusión. Por otro lado, los pacientes con hipoacusia han visto mermada su capacidad de comunicación debido al uso de mascarillas. Ambas consecuencias dignas de reflexionar en el Día Mundial de la Audición.
Durante el 2020 se registraron a nivel varios casos de pacientes recuperados de coronavirus que experimentaron pérdida de audición de manera súbita y permanente, después de haberse recuperado de la enfermedad y también se reportaron casos con sintomatología de tinnitus (percepción de un ruido o zumbido en los oídos), aunque no se han destacado.
“La hipoacusia neurosensorial súbita (HNS) o, dicho de otro modo, la pérdida repentina de la audición es una patología infrecuente que se ve en 2 a 20 personas por 100.000 habitantes, pero se estima que está subdiagnosticada por la falta de consultas de aquellos pacientes que mejoran espontáneamente”, señala Belén Reyes, fonoaudióloga y Retail Trainer GAES Chile.
Esta posible secuela de la COVID-19 se explicaría porque el virus -que generalmente se adhiere a un tipo de células que recubren los pulmones-, también se ha encontrado localizado en células similares que se encuentran en el oído medio. Además, el Sars-CoV-2 genera una respuesta inflamatoria y un aumento de sustancias químicas que en algunos casos se ha relacionado con la pérdida auditiva.
“Este tipo de sordera súbita puede aparecer tras una infección viral, como la gripe o el herpes, y es, en su mayoría, transitoria y secundaria a la acumulación de líquido en el oído medio”, explica la fonoaudióloga. “La cuestión entonces es si esa pérdida de audición post Covid está causada por daños en el sistema auditivo, o si es un síntoma temporal original por estos líquidos, como suele ocurrir con el resfriado común”, puntualiza.
Y por eso, el llamado es a la calma. “Es muy importante basarse en estudios objetivos y abstenerse de conclusiones apresuradas, que atribuyen numerosas enfermedades y síntomas al coronavirus, pero a menudo la información es infundada y que conduce a un estrés injustificado” concluye Belén.
Las “molestas” mascarillas
Otra consecuencia de la pandemia es la problemática que han enfrentado las personas que ya sufrían de hipoacusia. Este grupo se ha visto afectado notoriamente con el uso de las mascarillas, ya que les impide leer los labios o fijarse en las expresiones de las caras. Además, las mascarillas reducen el volumen de la voz entre 5 y 10 decibeles, generando una mayor dificultad para que las personas con problemas auditivos logren escuchar con claridad.
Frente a esto, Belén Reyes, entrega 4 tips para hablar con mascarilla a una persona con problemas de audición:
1. Idealmente tratar de eliminar el ruido ambiente. Es vital que las personas no reciban estímulos extras de ruido, solamente la conversación.
2. Evitar hablar rápido. Para una persona con problemas de audición es más fácil comprender cuando se le está hablando lento, y así entender las frases y contexto.
3. La ubicación física también es relevante. Nos debemos comunicar de manera frontal a la persona, mirando fijamente. Pero respetando las distancias recomendadas para evitar la propagación de la pandemia.
4. Si la persona no entiende, no es necesario elevar la voz. Se puede repetir la información con otras palabras, pero agregando más detalles.