El candidato independiente a la alcaldía de San Bernardo, Christian Pino, aseguró que el accionar del Parlamento deslegitima al Tricel, órgano “que regula y garantiza que todos los procesos electorales cumplan con lo establecido por la ley”.
El candidato a alcalde por la comuna de San Bernardo, Christian Pino, criticó la propuesta aprobada por la Cámara de Diputadas y Diputados que permite la candidatura por el sillón edilicio de la concejala Amparo García.
La iniciativa que contó con la luz verde de la Cámara Baja, se dio luego que el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) revocara la reclamación presentada por la concejala, luego que el Servicio Electoral de Chile (Servel) rechazara su candidatura por no haber cumplido con el plazo legal establecido para presentar su renuncia a la UDI.
Al respecto, el aspirante independiente hizo hincapié en que su opinión “es la misma que tiene la mayoría de los sambernardinos y sambernardinas. Esta situación muestra la total impunidad con la que los partidos políticos se arreglan entre ellos para garantizarse puestos y candidaturas”.
“La acción impulsada por la mayoría de los representantes de los partidos políticos de la Cámara – 106 votos a favor, 36 en contra y 1 abstención- deja en evidencia el porqué del descreimiento por parte de la población en los procesos políticos nacionales y locales”, prosiguió Pino.
Para Pino, el ejercicio electoral se encuentra de ahora en adelante “viciado”, por cuanto existe una intromisión y manipulación en el proceso electoral y legal “que daña irreversiblemente la legitimidad de las próximas elecciones a realizarse en el país y en nuestra comuna”.
Por lo tanto, solicita que la ley sea aplicada por igual a todos los candidatos y candidatas: “No es posible que en marco en donde debe primar la ley vigente, los partidos la adecuen para su beneficio. No quiero que mi opinión se confunda con un enfrentamiento entre izquierda y derecha, más bien está motivada por el enfrentamiento de lo nuevo contra lo viejo. La nueva política, democrática y realmente representativa e independiente, contra la vieja política; la de los arreglos internos y de las mismas prácticas de siempre que terminaron por colmar la paciencia de la gente común, de la gente de a pie, de los vecinos y vecinas y en general, la de la inmensa mayoría de chilenos que no cree en la representatividad de los partidos políticos”.
