El 28 e febrero de 1945 marcó profundo y en forma indeleble muchas familias chilenas y en su mayoría porteñas: Veinte tripulantes, entre oficiales, guardiamarinas, suboficiales y grumetes iniciaron su viaje infinito, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial: «El terrible incendio que hundió la Fragata Lautaro marcó a fuego a muchas generaciones de chilenos, produjo un sentimiento de unidad pocas veces vistos en Sudamérica, la Armada Peruana y buques comerciales Argentinos colaboraron ampliamente con los sobrevivientes y su rescate», relata el investigador e historiador Pablo Tello, autor del libro «36 Horas» que rescata las historias humanas de esta tragedia que enlutó a la Armada de Chile.
Tello recuera que «el navío ‘Huemul’ se escoró y hundió en los mares del sur, la ‘Fragata Lautaro’ se quemó frente las costas del callao y lo mismo el ‘Mapocho’ en los mares del norte lo que marcó el inicio del año 45. El buque escuela ‘Fragata Lautaro’ de la Armada de Chile, con 250 hombres a bordo colapsó a la cuadra del puerto peruano del Callao, una deflagración por un incendio de salitre que transportaba en sus bodegas convirtió al buque en una tea ardiente. Lo allí sucedido refrendó el concepto de “héroes” tan disminuido en estos días. La tragedia cobró la via de veinte marinos».
El segundo Comandante, Capitán García junto con algunos oficiales guardiamarinas; suboficiales; grumetes y gente de mar cedieron el paso al resto de sus compañeros que se incineraban al interior de una bodega repleta de salitre en llamas. Sin duda este gesto noble y valiente tuvo un costo muy alto, sus vidas terminaron a los pies de la escala de salida, mientras sus compañeros salían a cubierta, relata el historiador que cuetna la tragedia en esta obra.
Decenas de situaciones se dieron en aquel día 28 de febrero de 1945; marinos flotando en el mar; algunos muriendo por las quemaduras; líderes con temple de acero ordenando y calmando; otros solidarios y valientes; acongojados , sufridos y esperanzados era la impronta de los náufragos. Todos anhelantes por volver a sus familias, amores y terruño, muchos de ellos sin cabida en los escasos tres botes que se salvaron aguantaron en el mar por largas 36 horas en el mar sorteando el destino.
36 horas es una novela histórica con información privilegiada de hijos de sobrevivientes, prolija investigación histórica y un relato apasionante que abarca desde la romántica carrera del salitre hasta el año 1945. El libro ya está disponible en librerías.
