Molestia en el alto mando de Carabineros y en especial en el general director, Ricardo Yáñez, causó el concepto de “refundación” de la institución hecha por la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, luego del incidente en que un artista callejero murió tras ser abatido por un funcionario policial en Panguipulli. Y es que el enojo del alto oficial de la policía uniformada se debe a que el cuestionamiento a su actuar en el control del orden público proviene de una secretaria de Estado que no tiene que ver con el tema de la seguridad y, se suma, a esto que luego de la muerte de Francisco Martínez, fue el propio Presidente Sebastián Piñera quien respaldó el rol que cumple la institución.
Las declaraciones de Rubilar a radio ADN apuntaron a que “sería vital tratar de tener una reformulación, una suerte de refundación de Carabineros, sobre todo en materia de orden público, tener una nueva policía en materia de orden público, mucho más especializada, con profunda capacitación en derechos humanos, con muchas herramientas en tecnología y de nuevos recursos para enfrentar esos desafíos que son tan complejos”.
De acuerdo a lo que consigna una nota de La Tercera, la noticia fue compartida por el WhatsApp de los 40 generales de la institución, llegando al teléfono del general Yáñez, quien decidió presentar al Gobierno los reparos de la policía uniformada.
De esta forma, el alto mando oficial se contactó con el Ministerio del Interior y le expresó la incomodidad de las filas de Carabineros, como también la molestia de él por los dichos de una secretaria de Estado.
Y la molestia se debe a que la crítica llegó de un Ministerio que para Carabineros no tiene vinculación con las labores que realizan respecto al orden público, ya que este tema recae en la cartera del Interior.
Sin embargo, lo que provocó el real enojo del alto mando fue el concepto usado por Rubilar, el de “refundación”, ya que al interior de la policía estiman que desde hace dos años vienen trabajando en una Reforma a Carabineros en conjunto con el Ejecutivo en donde se implementaron mesas de trabajo, unidades de coordinación y reformulando protocolos de actuación como también auditorías a sus procesos internos.
Incluso más, lo que llamó la atención al interior de las filas uniformadas, fue que el propio Presidente respaldó la labor de Carabineros, luego de lamentar la muerte del artista callejero, en donde señaló que “Carabineros de Chile es una institución fundamental y es la primera línea en la defensa del orden público, la seguridad ciudadana, el Estado de Derecho y la democracia”.
La palabra “refundación” provocó el escozor entre los altos mandos institucionales, porque para ellos ese concepto significa a desmantelar la institución y no a un proceso de reforma policial que mejore los procedimientos de la función de Carabineros.
La reacción de Piñera
Luego que Yáñez hiciera sus quejas a Interior, el mandatario recibió la molestia expresada por el jefe máximo de la institución colocando como concepto el de “reforma” y dejando de lado el de “refundación” sin entrar en ahondar mayores detalles.
Incluso la información sostiene que a Rubilar no la llamaron ni Carabineros, ni el Presidente Piñera y que nadie la reprendió por sus comentarios.
Sin embargo, la eventual “refundación” de Carabineros no es un concepto que haya sido utilizado exclusivamente por la secretaria de Estado, ya que muchos actores políticos han llamado a un cambio total de las filas y el adoctrinamiento policial tras los constantes hechos en donde han estado involucrados funcionarios como la muerte de Francisco Martínez en Panguipulli, la mutilación de ojos de Gustavo Gatica, Fabiola Campillay o la muerte de Camilo Catrillanca, entre otros.