En este contexto de pandemia, las visitas a las piscinas públicas no son lo de antes. Hay que respetar las medidas de seguridad y especialmente el aforo; pero cada vez es más común instalar una piscina -grande o pequeña- en el patio, especialmente, para refrescarse en los días de encierro. Con esto aumentan las posibilidades de contraer una otitis o dolor espantoso de oídos.
Comúnmente se la conoce como otitis del nadador ya que tiene una mayor incidencia cuando se incrementan los baños en el mar o en las piscinas. «Esto hace que la piel que recubre el conducto auditivo externo esté más expuesta a la humedad y al ingreso de agua. Ésta a veces se queda retenida en el mismo conducto y favorece la contaminación de la piel de la zona. A partir de esa contaminación o infección, se producen una serie de fenómenos inflamatorios que son los responsables de la sintomatología «, explica la fonoaudióloga y Retail Trainer de GAES Chile Belén Reyes.
Características personales que predisponen a las temidas otitis
- Suelen padecer dermatitis, tener eccemas en la piel o pieles secas que pican. “Cuando ingresa agua en estos casos, y ésta se queda atrapada en el conducto auditivo, macera la piel, la inflama e infecta”, afirma la fonoaudióloga.
- Son personas con predisposición a generar tapones de cera. Belén Reyes dice que en este caso, antes de salir de vacaciones conviene realizar un chequeo auditivo en los centros GAES o visitar al otorrinolaringólogo para una limpieza de conductos y reducir las posibilidades de infección.
- También existen factores anatómicos del conducto auditivo que hacen que el agua quede retenida en el conducto. Las personas mayores y niños, quienes padecen diabetes y las inmunodeprimidas es la población más susceptible a la otitis del nadador.
Sigue estos tips para evitar el dolor de oídos
- Es imperativo no rascarse los oídos, porque al introducir algo al conducto se generan microerosiones en la piel, lo que da lugar a pequeñas grietas y al ingreso de gérmenes. No use cotonitos.
- La limpieza de oídos en esta época debe realizarse con un profesional. Nunca en la casa.
- Es importante secar los oídos después de cada baño. “Lo primero es secarse con toalla por fuera del oído. Después si al llegar a casa se percibe humedad se puede recurrir al secador, pero sin emitir el chorro de aire caliente directamente al conducto auditivo” advierte Belén Reyes.
- No se aconsejan los tapones para nadar porque no evitan que ingrese el agua en un 100%, empujan la cera y causan lesiones en la piel. La excepción es si se sufre de una patología al oído medio y el especialista lo indique.
La experta advierte que se debe acudir de inmediato al otorrinolaringólogo si se sospecha de una otitis. “La otitis del nadador suele causar bastante dolor y si éste se prolonga con el paso de las horas se debe acudir al especialista para que éste valore la situación y adopte las medidas adecuadas” indicó.