En Caleta San Pedro de La Serena, las machas tienen valor agregado. Consolidarse en el mercado nacional y conquistar Asia, son los próximos desafíos de estos pescadores artesanales.
Uno de los productos del mar más apetecidos en nuestro país, son las machas. En La Serena, la Cooperativa Pesquera y Comercializadora Caleta San Pedro, formada por 150 pescadores artesanales (110 hombres y 40 mujeres), se dedica a la extracción de machas en forma sustentable. Ofrecen bandeja de machas en media concha, machas a la parmesana y lengua de machas de media concha, entre otros.
Su presidente, Franklin Zepeda, tercera generación de macheros, vive frente al banco de este bivalvo nativo de Chile. Comenta que la cooperativa comenzó en 2010, pero hace cuatro años están operando al 100%. “Con el tiempo nos hemos posicionado en el mercado, con precios altos. Llegamos a distribuidoras, restaurantes y ahora con la pandemia, vendemos a clientes directos que trabajan en delivery. En Santiago, tenemos un mercado cautivo de distribuidoras de machas y hasta hemos vendido machas frescas a Cencosud”, señaló.
Cuenta que comenzaron a innovar para evitar a los intermediarios. “Necesitábamos desarrollarnos solos y acercarnos al consumidor final. En la cadena de valor siempre van a haber intermediarios, pero la idea es acortar un poco”, acotó. Consolidarse en el mercado nacional y sacar la macha a la parmesana al extranjero, especialmente a Asia, está dentro de los próximos desafíos. La cooperativa ha recibido asesorías gubernamentales de Corfo y Sercotec en tema de formatos, embalajes; además de apoyo de las universidades con recetas y apoyo comercial.
Adicionalmente, para ellos, la economía circular es un aspecto importante. En ese sentido, Franklin comenta que “estamos trabajando en un proyecto FIC para el manejo de los residuos de las conchas y darles valor en panelerías para la construcción. Además, estamos fabricando la pasta de machas, con los ribetes de este recurso y lenguas; esperamos avanzar en el prototipaje para introducirlo al mercado”, agregó.
En esta cooperativa, el trabajo femenino es muy importante, Franklin Zepeda cuenta que ésta nació con el apoyo de las mujeres. “En la pesca artesanal es difícil hacer cambios, el pescador artesanal es más del día a día, sin grandes innovaciones. A mi juicio, las mujeres son de hacer grandes cosas, han logrado posicionarse bien en este tipo de iniciativas”.
La iniciativa Del Mar a Mi Mesa, cuyo objetivo es promover el consumo de productos del mar entre la población de Chile, en esta tercera etapa es ejecutada por un grupo de profesionales de la Universidad de Concepción, liderados por la investigadora Sandra Ferrada de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la casa de estudios penquista.