Un grupo de periodistas del equipo de crónica y reportajes del medio La Voz de los que Sobran renunció colectivamente, acusando precariedad laboral en la que desarrollaban sus trabajos como es la inexistencia de un contrato laboral, no pagos de cotizaciones y jornadas 24/7 sin horarios definidos.

A través de un comunicado en redes sociales, el grupo de los ahora experiodistas acusan “irregularidades que ocurrieron durante el último tiempo y que terminaron con la renuncia de todo el equipo y de la editora, en apoyo a nuestras demandas”.

Sobre los puntos que llevaron a la salida de los periodistas exponen que “trabajamos durante ocho meses, sin contrato ni pago de cotizaciones”, añadiendo que se hicieron gestiones para regularizar la situación, pero que “sin embargo el contrato nunca llegó para ninguno de los periodistas”.

En cuanto al no pago de cotizaciones, indican que esto “demuestra el alto nivel de vulnerabilidad en la que se encontraba la editora, los periodistas titulares y colaboradores. Consideramos que esto es una falta grave al ejercicio de la profesión y no podemos seguir normalizando esta figura por falta de oportunidades laborales. La explotación lamentablemente se convirtió en un negocio para los medios de comunicación”.

Incluso explican que “esta situación tampoco es coherente con la razones que nos motivaron a unirnos al proyecto de La Voz de los que sobran con posterioridad al estallido. El medio se creó con un compromiso social, con un discurso claro desde los conductores del matinal, que hoy no se condice con la situación que viven los periodistas dentro del equipo”.

Los salientes profesionales de la prensa también señalaron que terminaron trabajando 24/7 y sin horarios definidos y “sin que se respetaran momentos de descanso, ni siquiera los fines de semana”, agregando que “de esta forma se pone en juego no solo la precarización, sino la calidad final del producto periodístico”.

Quienes firman el comunicado explicando sus renuncias al medio son los periodistas Josefa Barraza, Juan Pablo González, los excolaboradores Luis Tabilo, Marcos Sepúlveda y Diego Bravo. Sin embargo, hay que agregar a la editora Carolina Rojas, quien también presentó su renuncia en apoyo a las demandas del equipo.

Respuesta del medio

Ante las denuncias del equipo de prensa, el directorio de La Voz de los que Sobran (conformado por Alejandra Valle, Mauricio Jürgensen, Daniel Stingo y Francisca Quiroga) respondió a través de su página web, indicando que “el miércoles 20 de enero, recién pasado, el Directorio recibió una carta firmada por los colaboradores y periodistas del equipo de Crónicas y Reportajes, en la que expresaban su disconformidad con una decisión tomada por la Directora Ejecutiva del medio, Francisca Quiroga, en orden a encargar una entrevista audiovisual a Alejandra Valle, debido a que la fuente no respondía al equipo”.

Incluso explican que los temas tratados por el medio “no son de uno u otro periodista, editor o redactor, son del medio periodístico, y son las respectivas jefaturas, quienes por su experiencia y cargo deciden quién y cómo se tratará el tema.   Esto no es nuevo y se da en todos los medios periodísticos que existen, tanto escritos, como radiales, televisivos o digitales. Suponemos que todos debemos entender lo anterior, porque así se ordenan y dirigen las compañías, las empresas, y cualquier entidad que tenga personal que se ordena a un fin común”.

En cuanto al tema de la precarización, prácticas abusivas y cargas laborales exigentes, señalan que “Los periodistas que más reportajes o crónicas escribían en promedio dos trabajos semanales. El programa matinal día tras día anunciaba tanto los reportajes como a los autores de los mismos, invitando a los seguidores a leerlos. Se pagó siempre el total de los reportajes y crónicas que se escribieron y no existen deudas con los periodistas, de acuerdo a los pactos convenidos con cada uno de ellos. No tenemos lugar físico de trabajo, no solo porque estamos en pandemia y privilegiamos el trabajo desde la propia casa, sino porque no tenemos dinero para financiar una oficina”.

También señalan que La Voz de los que Sobran”, “es un medio que tiene un poco más de seis meses de vida, que ha sido financiado por sus propios dueños, la comunidad y algunos auspiciadores que son pymes igual que nosotros y creen en el periodismo independiente”.

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