Desde agosto del año pasado se han registrado diferentes eventos sísmicos en el Territorio Chileno Antártico, particularmente en el área del Estrecho de Bransfield, en un principio atribuidos a la actividad del volcán submarino llamado Orca; no obstante, un mayor análisis por parte de las autoridades expertas en la materia en Chile, sugiere que la teoría más probable del origen de esta actividad sismológica, se deba al proceso de separación tectónica que tienen las Islas Shetland del Sur con la Tierra de O´Higgins, la cual se ha visto acelerada en los últimos meses.
A raíz de estos antecedentes, la ONEMI lideró una Mesa Técnica constituida por el Gobierno Regional de Magallanes, SERNAGEOMIN, CSN, Autoridad Marítima local y el SHOA, estableciendo protocolos particulares de monitoreo, comunicación y eventual evacuación en las Bases Antárticas.
Fue así, como el terremoto de magnitud 7.1 ocurrido el día sábado 23 de enero a las 20:36, permitió materializar todas las acciones pre planeadas en los protocolos establecidos para la Antártica y con ello proteger la vida no solo del personal de las Bases Antárticas Chilenas, sino que también de otros países.
Tal como ha sido mencionado en diferentes medios de comunicación, el SHOA dispone de un Sistema de Soporte de Decisiones que divide al país en 21 bloques, con el propósito de efectuar, en caso necesario, una evacuación sectorizada para el Territorio Nacional, que considera amplitudes de Tsunami pronosticadas para cada uno de los bloques. En el caso particular de este último sismo, luego de haber recibido la información oficial del Centro Sismológico Alemán (GFZ) a las 20:45, indicando los datos relevantes, como la ubicación del hipocentro y la magnitud del sismo, el equipo de Guardia en la Sala de Operaciones del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM), en menos de 5 minutos fue capaz de evaluar y difundir a las autoridades, los niveles de amenaza para todo el país, señalando un estado de Precaución solo para el Territorio Antártico Nacional, indicando una probabilidad de recibir un Tsunami con amplitudes inferiores a 1 metro, razón por la cual el Sistema de Protección Civil envió la instrucción de alejarse de los sectores costeros.
Chile, a través de la Armada, es el quien emite esta información a las Bases Antárticas de otros países. Reflejo de lo anterior, es que personal de otras 5 naciones evacuaron sus Bases con los antecedentes entregados por la Gobernación Marítima de la Antártica Chilena, ubicada en la Caleta Ardley, próxima a la Villa Las Estrellas, inmediatamente después de recibida la información de una posible amenaza de Tsunami desde el SNAM. Asimismo, a través de sistemas de comunicaciones radiales, se difundió la información a los buques y embarcaciones que se encontraban navegando en sus cercanías.
Se debe resaltar que lo expuesto no es producto de la casualidad, ya que desde la creación del SNAM, los protocolos han considerado esta área geográfica nacional, siendo parte relevante de los últimos avances tecnológicos que han modificado la evaluación de Tsunamis en Chile, por medio de la determinación de un bloque particular para la Antártica Chilena, a través de la modelación de eventos Tsunamigénicos, como también estableciendo planes alternativos de evaluación. Todo lo anterior, combinado con apoyo internacional particularmente del Pacific Tsunami Warning Center (PTWC), quienes contribuyen con sus pronósticos, en el caso de que el Tsunami provenga de otras zonas geográficas del Pacífico o del Atlántico.
Otro punto relevante, es que las dos Estaciones del Nivel del Mar disponibles para la visualización de variaciones del nivel del mar y en tiempo real, en el área, fueron las ubicadas específicamente en las Bases Prat y O´Higgins. Estas herramientas permitieron monitorear las condiciones oceanográficas, tanto por el SNAM, como el PTWC, las que entregaron evidencias de la generación de un Tsunami instrumental, permitiendo posteriormente difundir el Boletín de Cancelación de Tsunami, a las 22:42 Horas.
Las acciones ejecutadas en la Sala de Operaciones del SNAM, se ajustan a los protocolos vigentes, donde la presencia y protección de la población se encuentra presente y materializada en los sistemas y sensores dedicados para la evaluación de Tsunamis en todo el Territorio Nacional, vale decir el Insular (Archipiélago de Juan Fernández, Rapa Nui y San Félix), Continental y la Antártica Chilena.