La visita del Presidente de Argentina, Alberto Fernández fue un rotundo éxito para la hábil diplomacia trasandina que le metió uno de esos llamados «goles olímpicos» a Chile y más encima en visita oficial: La Moneda y particularmente el canciller Andrés Allamand y el Presidente Piñera cayeron en el juego argentino y avalaron el Punto 51 de la declaración: el texto indica que “el Presidente Piñera reiteró el respaldo del Gobierno de Chile a los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes“.
Para empeorar las cosas el sábado 30 de enero la directora nacional de Fronteras y Límites de Chile, Ximena Fuentes, también se alineó con la declaración binacional y con ello reconociendo la reclamación argentina en el Pacífico Austral: «… la Plataforma Continental extendida que Argentina reclama respecto de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur no se extiende a la plataforma continental de la Antártica. Por lo tanto, yerra también quien afirme que Chile, en el punto 51 de la reciente Declaración Conjunta Presidencial, contradice su reclamación de soberanía en el Territorio Chileno Antártico y sus espacios marítimos al apoyar a Argentina en este reclamo de soberanía sobre Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y las acciones legales que, en el marco de esa controversia, puede emprender».
Explicación que demolió Miguel A. Vergara señalando: «En definitiva, la inamovilidad del punto “F”, la proyección de la plataforma de las Falkland-Malvinas y la Antártica no son cuerdas separadas, como al parecer lo considera nuestra Dirección de Fronteras y Límites».
similar análisis hizo –en Infogate– Richard Kouyoumdjian Inglis, es vicepresidente de AthenaLab, quien sostuvo: » tras una larga descripción del concepto de plataforma continental extendida, pretende justificar que, la transgresión argentina al TPA de 1984 por parte de la administración del Presidente Fernández, sería algo diferente y separado del apoyo de reclamación de soberanía sobre las Falklands, Georgias y Sandwich, dado que geomorfológicamente corresponde a un lugar geográfico distinto».
La posición de Vergara
La respuesta de los expertos no se dejó esperar, tal como lo manifestó Miguel A. Vergara Villalobos, Presidente Liga Marítima de Chile señaló: «Tiene toda la razón la señora Ximena Fuentes, directora nacional de Fronteras y Límites, al indicar ayer que, geomorfológicamente hablando, la reclamación de Argentina de una proyección de la plataforma de las Falkland-Malvinas e islas adyacentes es independiente del punto “F”, determinado en el Tratado de Paz y Amistad de 1984 (TPA) como límite entre Chile y Argentina, en el Mar de la Zona Austral. También es cierto que, como lo aclara la directora, aquella pretensión argentina “no se extiende a la plataforma continental de la Antártica”.
No obstante lo anterior -explica Vergara-, es claro que Argentina, al desconocer el punto “F”, fijado en el TPA como el “confín definitivo e inconmovible” entre ambos países, apunta a retomar su vieja aspiración de establecer el meridiano del Cabo de Hornos como límite entre ambos países, hasta el Polo Sur. En tal contexto, la exclusión del punto “F” tiene incidencia directa en nuestras aspiraciones en la Antártica.
Por otra parte, el territorio que Chile reclama en aquel continente se sobrepone con las reclamaciones de Argentina y del Reino Unido. Este último país afianza su pretensión en la proyección de las Falkland-Malvinas, por lo que no parece razonable descartarlo como un eventual futuro socio en negociaciones venideras. Más todavía cuando nadie podría asegurar que el paraguas protector que nos ofrece el Tratado Antártico se mantendrá inalterado a la hora de su revisión en el año 2048.
En definitiva, la inamovilidad del punto “F”, la proyección de la plataforma de las Falkland-Malvinas y la Antártica no son cuerdas separadas, como al parecer lo considera nuestra Dirección de Fronteras y Límites.
Presidente Liga Marítima de Chile