En la actualidad siete de las 10 principales causas de muerte son enfermedades no transmisibles, según las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2019 de la OMS, publicadas el miércoles 9 e diciembre, lo que constituye un aumento con respecto a 2000, año en que las enfermedades no transmisibles eran cuatro de las 10 principales causas de muerte. Los nuevos datos abarcan de 2000 a 2019, ambos inclusive.
Las estimaciones revelan las tendencias de las dos últimas décadas en mortalidad y morbilidad por enfermedades y traumatismos. Asimismo, subrayan claramente la necesidad de prestar una mayor atención en el ámbito mundial a la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las neumopatías crónicas, y de reducir los traumatismos, en todas las regiones del mundo, tal como se establece en la agenda para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Las cardiopatías siguen siendo la primera causa de mortalidad; la diabetes y la demencia se sitúan entre las 10 causas principales
«Estas nuevas estimaciones son otro recordatorio de que necesitamos intensificar rápidamente la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades no transmisibles», señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud. «Ponen de relieve la urgencia de mejorar drásticamente la atención primaria de salud de manera equitativa e integral. Sin lugar a dudas la robustez de la atención primaria de salud es la base sobre la que descansa todo, desde la lucha contra las enfermedades no transmisibles hasta la gestión de una pandemia mundial».
Las cardiopatías son desde hace 20 años la causa principal de mortalidad en todo el mundo, si bien ahora provocan más muertes que nunca. El número de muertes debidas a las cardiopatías ha aumentado desde 2000 en más de 2 millones de personas, hasta llegar a casi 9 millones de personas en 2019. Las cardiopatías representan en estos momentos el 16% del total de muertes debidas a todas las causas. Más de la mitad de los dos millones de muertes adicionales han ocurrido en la Región del Pacífico Occidental de la OMS. Por su parte, la Región de Europa ha experimentado una disminución relativa de las cardiopatías, con una disminución de las muertes del 15%.[1]
La enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia se encuentran ahora entre las 10 principales causas de muerte en todo el mundo, y ocupan el tercer lugar tanto en las Américas como en Europa en 2019. Las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada: a nivel mundial, el 65% de las muertes por Alzheimer y otras formas de demencia corresponden a mujeres.
Las muertes por diabetes aumentaron en un 70% a nivel mundial entre 2000 y 2019, con un aumento del 80% en el número de muertes por esa causa entre los hombres. En la Región del Mediterráneo Oriental, las muertes por diabetes se han más que duplicado y representan el mayor porcentaje de aumento de todas las regiones de la OMS.
En 2019, la neumonía y otras infecciones de las vías respiratorias inferiores fueron el grupo más mortífero de enfermedades transmisibles y en conjunto se clasificaron como la cuarta causa principal de muerte. Ahora bien, en comparación con 2000, esas infecciones se cobran menos vidas que en el pasado, ya que el número mundial de muertes por esa causa ha disminuido en casi medio millón.
Esta reducción va en consonancia con una disminución mundial general en el porcentaje de muertes causadas por enfermedades transmisibles. Por ejemplo, el VIH/sida pasó de ser la octava causa de muerte en 2000 a la decimonovena en 2019, lo que refleja el éxito de las iniciativas para prevenir la infección, detectar el virus mediante pruebas y tratar la enfermedad en las dos últimas décadas. Si bien sigue siendo la cuarta causa de muerte en Africa, el número de muertes ha disminuido en más de la mitad, pasando de más de 1 millón en 2000 a 435 000 en 2019 en Africa.
La tuberculosis ya no figura entre las 10 principales causas mundiales, al pasar del séptimo lugar en 2000 al decimotercero en 2019, con una reducción del 30% en las muertes mundiales. Con todo, sigue siendo una de las 10 causas principales de muerte en las regiones de África y Asia Sudoriental, donde es la octava y quinta causa principal, respectivamente. África experimentó un aumento de la mortalidad por tuberculosis después de 2000, si bien ello ha empezado a remitir en los últimos años.
Las nuevas estimaciones también ponen de relieve las vidas que las enfermedades transmisibles siguen cobrándose en los países de ingresos bajos: seis de las 10 principales causas de muerte en los países de ingresos bajos siguen siendo enfermedades transmisibles: paludismo (sexta causa), tuberculosis (octava) y VIH/sida (novena). Por su parte, en los últimos años, los informes de la OMS apuntan a una desaceleración o estancamiento general de los progresos contra enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis y el paludismo.
Se vive más tiempo, pero con más discapacidad
Las estimaciones corroboran la tendencia creciente de la longevidad: en 2019, las personas vivían más de 6 años más que en 2000, con un promedio mundial de más de 73 años en 2019 en comparación con casi 67 en 2000. Ahora bien, de media solo 5 de esos años adicionales se vivieron gozando de buena salud.
En efecto, la discapacidad va en aumento. En gran medida, las enfermedades y las afecciones de salud que más muertes causan son las que provocan el mayor número de años de vida saludable perdidos. Las cardiopatías, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de pulmón y la neumopatía obstructiva crónica provocaron en conjunto 100 millones más de años de vida saludable perdidos en 2019, en comparación con 2000.
Los traumatismos son otra importante causa de discapacidad y muerte: se ha registrado un aumento considerable de los traumatismos debidos al tránsito en la Región de África desde 2000, con un aumento de casi el 50 % en el número de muertes y en los años de vida saludable perdidos. Aumentos similares pero ligeramente inferiores (alrededor del 40%) se observaron también en la Región del Mediterráneo Oriental. A nivel mundial, las muertes debidas a traumatismos causados por el tránsito corresponden en un 75% de los casos a hombres.
En las Américas, el consumo de drogas ha surgido como un factor importante que contribuye a la discapacidad y al número de muertes. En esa Región, entre 2000 y 2019, casi se triplicó el número de muertes debidas a trastornos por consumo de drogas. La Región de las Américas es también la única en la que el trastorno por consumo de drogas es uno de los 10 principales factores que contribuye a la pérdida de años de vida saludable debido a muertes prematuras y discapacidad, mientras que en todas las demás regiones, el consumo de drogas ni siquiera aparece entre las 25 causas principales.
Fuentes de datos y metodología
Las Estimaciones Sanitarias Mundiales de la OMS presentan datos integrales, comparables y transparentes de series temporales para la salud de la población, en particular la esperanza de vida, la esperanza de vida saludable, la mortalidad y la morbilidad, y la carga de morbilidad a nivel mundial, regional y nacional, desglosados por edad, sexo y causa, a partir del año 2000.
«Las estimaciones se calculan utilizando datos procedentes de las mejores fuentes disponibles de los países y de la comunidad internacional», ha afirmado el Dr. Bochen Cao, director técnico de las Estimaciones Sanitarias Mundiales de la OMS. «Se basan en métodos científicos robustos para el procesamiento, síntesis y análisis de los datos. Estas estimaciones actualizadas también se beneficiaron de las valiosas contribuciones de los Estados Miembros de la OMS a través de consultas y diálogos activos con los países».La disponibilidad de servicios para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades es clave para reducir el número de muertes y la discapacidad, e influye en la clasificación de las diferentes afecciones. Estas nuevas estimaciones indican claramente dónde se necesitan con más urgencia inversiones adicionales en servicios.
«Disponer de datos sanitarios sólidos es fundamental para encarar las desigualdades, ordenar las políticas por prioridad y asignar recursos para prevenir la discapacidad y salvar vidas», añade la Dra. Samira Asma, Subdirectora General de la División de Datos, Análisis y Cumplimiento en pro del Impacto, de la OMS. «Las Estimaciones Sanitarias Mundiales de la OMS son una poderosa herramienta que permite impulsar al máximo la salud y los efectos económicos. Hacemos un llamamiento a los gobiernos y a las partes interesadas para que inviertan urgentemente en sistemas de información sanitaria y datos con el objetivo de apoyar la toma de decisiones oportuna y eficaz».
A día de hoy, la COVID-19 se ha cobrado trágicamente más de 1,5 millones de vidas. Las personas que viven con afecciones de salud preexistentes (como cardiopatías, diabetes y afecciones respiratorias) corren un mayor riesgo de tener complicaciones y morir debido a la COVID-19.
Las autoridades sanitarias de todo el mundo se apoyan en la disponibilidad de datos oportunos, fiables y que sirvan para tomar decisiones informadas –ello es especialmente cierto durante una pandemia mundial. La próxima actualización de las estimaciones incluirá una evaluación de los efectos directos e indirectos de la pandemia de COVID-19 en la mortalidad y la morbilidad.