El ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Ahmed bin Mubarak, aseguró este jueves que su gobierno está comprometido a «restaurar la estabilidad» luego de un sangriento ataque lanzado contra el aeropuerto de Adén (sur, capital provisional de Yemen), cuyo objetivo era acabar con miembros del nuevo gabinete de unidad nacional.
Las explosiones tuvieron lugar el miércoles y dejaron al menos 26 muertos, incluidos tres trabajadores humanitarios y un periodista, y más de 100 heridos. El gabinete resultó ileso, salvo una viceministra, que falleció.
«El gobierno está decidido a cumplir con sus deberes y trabajar para restaurar la estabilidad en Yemen. Este acto terrorista no lo disuadirá«, dijo Mubarak a la agencia de noticias AFP, mientras que el Ejecutivo culpa a los rebeldes hutíes del ataque.
En tanto, el jefe de gabinete yemení, Maeen Abdelmalin Saeed, dijo -al abrir la primera sesión del recién nombrado Consejo de Ministros– que en la acción participaron los insurgentes, apoyados por «expertos iraníes”.
«Según los indicios preliminares de la investigación”, los hutíes están detrás este acto criminal. «Cuando hablamos de los hutíes, hablamos de Irán y de sus proyectos de sabotaje en la región”, sostuvo.
Ellos y no nosotros
De acuerdo con el primer ministro, la acción se llevó a cabo con «misiles teledirigidos”, y añadió que, «de acuerdo con información de inteligencia, había expertos iraníes preparando este ataque desde hacía varios meses”.
El bombardeo, advirtió Saeed, «golpea los esfuerzos a favor de la paz» y es «un claro mensaje de la milicia hutí a la comunidad internacional sobre el proceso paz en Yemen”.
Los habitantes de Adén no esconden su ira por lo ocurrido. «Éramos optimistas con la llegada del gobierno, no porque sean entregados a la nación, sino porque esto podía significar el regreso de los servicios y el fin de la crisis«, declaró a la AFP Nour, una mujer de 28 años. «Pero anunciaron su llegada con anticipación y en un aeropuerto civil lleno de gente. Esto provocó esta catástrofe«, dijo. «La mayoría de nosotros piensa: ojalá estos misiles los hubieran alcanzado a ellos y no a civiles inocentes«, afirmó.
El conflicto en Yemen enfrenta al gobierno reconocido por la comunidad internacional con los rebeldes hutíes, que conquistaron gran parte del norte del país, incluida la histórica capital Saná, en 2014.
Las fuerzas leales al poder son apoyadas desde 2015 por una coalición militar liderada por Arabia Saudita, que combate a los rebeldes respaldados por su gran rival regional, Irán.