Conocida la “mala noticia” de que todas las comunas de la Región Metropolitana retrocederán a Transición (Fase 2) del Plan Paso a Paso y que comenzará el próximo jueves 10 de diciembre, la incertidumbre regresó a la ciudadanía y cayó como un “balde de agua fría” al verse, nuevamente, opacada en sus quehaceres que había costado rehacer con las restricciones impuestas en la fase más dura de la pandemia y cuarentenas obligatorias que derivaron posteriormente en confinamientos solamente los fines de semana y la apertura para salir sin problemas de lunes a viernes. Ahora, volvemos otra vez a vivir ese momento con el “fantasma” de una posible cuarentena total que afectaría otra vez a las familias que ya han se han visto muy golpeadas económicamente.
La decisión del Gobierno se tomó luego del aumento en un 18% los casos nuevos de Covid-19 en la Región y tras los constantes avisos del ministro de Salud que es inminente la Segunda Ola de contagios. Pero también debe haber un mea culpa general porque el Ministerio de Salud por un lado optó por una campaña políticocomunicacional en la lógica de los ’90 es decir centrada en la tv y los medios tradicionales que ya no cuentan con audiencias relevantes para este tipo de campañas, también la falta de campaña en los medios de transportes públicos como el Metro que cuenta con sistema de intercomunicadores que podrían ser aprovechados para insistir en el uso e mascarilla y en lo posible de la distancias social, pero además los malos ejemplos desde el Presidente de la República y de funcionarios públicos que NO cumplen las normas, sumado a la desconfianza de la gente en las autoridades y la porfía ha provocado que se vuelva atrás.
Es así que toda la RM nuevamente vuelve a estar en cuarentena los fines de semana, por lo que para poder salir a realizar alguna actividad esencial, se tendrá que solicitar un permiso en Comisaría Virtual, pero solamente habrá una autorización disponible a la semana en esta etapa.
Pero esta medida adoptada por la autoridad sanitaria contempla también un duro golpe al comercio, especialmente en estas fechas que son muy apetecidas por la proximidad de la Navidad. Sin embargo, los más grandes se adecúan a esta “balde de agua fría” como catalogó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Manuel Melero, quien responsabilizó a una parte importante de la población de no haber cumplido los protocolos y “esos son los que propagan, aquí estamos pagando justos por pecadores”, dijo a Emol.
Pero el problema mayor es al pequeño comerciante, incluso a quienes invirtieron parte de sus ahorros del 10% de las AFP en adquirir mercadería para las tradicionales “Ferias Navideñas”, quedaron con las “cosas puestas sobre la mesa”, puesto que algunas quedaron suspendidas a días de que llegue Navidad. Ante esto, algunos alcaldes criticaron la medida y otros se negaron a sacar sus “Ferias Navideñas” argumentando para esto que estas eran una ayuda a las familias que han visto mermada su economía familiar producto de la pandemia.
“Una vez más, el Gobierno toma una medida inconsulta y poco razonable. ¿Van a sacar al comercio y a las ferias navideñas con las FF.AA.? Ni el Grinch se atrevería a tanto«, señaló el edil de La Florida, Rodolfo Carter, a través de su cuenta en Twitter.
Carter afirmó que “no voy a sacar la feria, la gente ya pagó sus patentes, muchos vecinos y vecinas invirtieron los pocos recursos que tenían o los que les quedaba del 10% para instalarse en una feria navideña. Son miles de personas las que están trabajando hoy en la feria y nadie las va a sacar”.
Por su parte, el alcalde de La Granja, Felipe Delpin (DC), señaló en radio Cooperativa que el tema no fue consultado con ellos y que el “viernes pasado estuvimos en la Mesa Social Covid y en ningún momento se tocó ni siquiera tangencialmente este tema, no se dijo nada y hoy aparecemos con toda la Región Metropolitana en la Fase 2”.
Además, hay otras autoridades comunales como el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, que está pidiendo reactivar la ayuda a las familias que se verán afectadas y que ahondaría más las precarias condiciones en que viven: “Obviamente desde lo sanitario uno puede entenderlo, sin embargo, creo que es muy importante que el Gobierno actúe como equipo en esto. Si se va a tomar esta decisión hay que reactivar la ayuda en las cajas de mercadería y financiera”.
Pero la pregunta que surge en este momento en que parecía que todo volvía a una “extraña normalidad”, es por qué se retrocedió en el plan del Gobierno.
La respuesta pareciera ser sencilla. La gente no hizo caso de las recomendaciones de la autoridad sanitaria sobre las medidas de lavado frecuente de manos, uso de mascarillas y distanciamiento físico.
Sin embargo, pareciera que hay una falencia en la propia autoridad, ya que las señales enviadas con anterioridad fueron muy confusas o erróneas, porque muchos mensajes no estuvieron conectados con lo planteado por la autoridad sanitaria como por ejemplo la apertura de centros comerciales (Malls) o sectores más populares como el Barrio Meiggs donde las aglomeraciones eran evidentes y las medidas sanitarias escasas, incluso se dispuso de la apertura de las fronteras a pesar que la pandemia no está controlada.
Sin embargo, la gota que rebasó el vaso fue la caminata del Presidente Sebastián Piñera en la playa de Cachagua, donde las fotografías compartidas en las redes sociales lo mostraron sin mascarilla y compartiendo con personas, desoyendo las recomendaciones del propio Minsal sobre distancia física y el uso del tapabocas.
Incluso, el propio mandatario se autodenunció ante la autoridad sanitaria por este episodio que fue cuestionado de forma transversal por todos los sectores políticos.
Incluso, todas las autoridades desde el mandatario hasta toda la elite política está cuestionada y su credibilidad por el suelo, lo cual se acrecienta con los errados anuncios del Gobierno ya que esta medida de retroceso puede verse analizada en algunas semanas, permitiendo, si los casos de contagio disminuyen, avanzar nuevamente para las fechas de Navidad y Año Nuevo.
En resumidas cuentas, el exitismo en el que estábamos inmerso nos pasó la cuenta, ya que a todos los problemas comunicacionales de las autoridades también se suman la actitud poco solidaria e irreverente de no respeto a las medidas que podrían habernos llevado a una nueva etapa de avance y no a retroceder un paso y con una mirada en el horizonte de una posible cuarentena total como las que se vivieron durante el invierno.