La madre del adolescente de 16 años que resultó con heridas de gravedad tras ser empujado al lecho del río Mapocho por un funcionario de Fuerzas Especiales, Daisy Alvear, salió a responder al carabinero imputado en el hecho, aclarando que no se trató de un accidente, sino que de un homicidio frustrado.

En entrevista a El Mercurio, la progenitora del muchacho aclaró los comentarios hechos, por este mismo medio, por el funcionario policial que se encuentra detenido y dado de baja de la institución, quien el domingo aseguró que “nunca, jamás quise empujarlo para que se cayera. Esto fue un accidente, algo absolutamente involuntario”.

Ante esto Alvear señala que “quiero que quede claro: esto no fue un accidente, esto fue un homicidio frustrado, los videos hablan por sí solos. En los videos sale cuando él se acerca con tremendo uniforme y empuja a mi hijo. Mi hijo es flaquito. Yo vi como dos veces el video y no he querido verlo de nuevo, porque verlo ahí…”.

En cuanto a lo expresado por Sebastián Zamora en cuanto a que no tenía la intención de matarlo, la madre del menos sostiene que “no sé su matarlo, pero sí lo quiso empujar. Yo creo que él lamenta que lo dieran de baja, porque su sueño era ser carabinero, pero no lamenta lo que le pasó a mi hijo. Yo no le creo nada, nada. Para mí, él no tiene perdón”.

Daisy Alvear también da cuenta que nadie de Carabineros se ha acercado para hablar con ella de lo sucedido, pero el que sí lo ha hecho es el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, quien le ha preguntado sobre la salud de su hijo.

También acusa a Carabineros de haberla conminado a firmar un papel en blanco y que sería el acta de detención que la institución presentó ante la justicia, lo cual fue desmentido por la fiscal Ximena Chong al exponer la declaración de una enfermera quien señala que ningún policía estaba con el muchacho al llegar al centro asistencial y que nadie se hizo presente posteriormente.

“Esta firmada por mí y ahí está el tema ahora. Cuando llegué estaba tan desorientada, después recordé que eran de Carabineros, pero ellos me hicieron firmar un papel en blanco. Sí, lo hice, pero mi hijo nunca llegó con carabineros, lo hizo con un rescatista en una ambulancia particular, él lo dejó ahí. Carabineros nunca se acercó. Cuando llegué, estaba solo con el médico y me dejaron pasar altiro, él estaba despertando y me conoció altiro. Me dijo ‘mamita, llegaste’”, señala.

Asimismo, menciona no acordarse de lo que la policía le dijo para que firmara el papel, “pero sí que reaccioné mal con ellos y que nunca me dijeron que estaba detenido. Sí me dijeron algo de que era como el procedimiento, porque llegó una enfermera y ella llegó a decirme, por eso me confundí, de los pasos a seguir, a qué ley me tenía que acoger (para la atención de su hijo), por qué tenía que firmar. En eso que llegó la enfermera y también dos carabineros”.

La madre del adolescente también apunta a un actuar violento de Carabineros para con los manifestantes que participan en marchas, indicando que “yo fui a la marcha del Día de la Mujer con toda mi familia, que sin estar haciendo nada, nos tiraron bombas lacrimógenas, le pegaron a las niñas, a señoras de la tercera edad. Entonces yo digo: ‘Pucha, a veces uno puede manifestarse de manera pacífica, pero ellos tienen la orden de agredirnos’. Entonces, ¿qué hace la juventud? Responde de la misma manera. Yo no podría, uno trata de correr”.

“Carabineros perdió el respeto”

En cuanto al debate que se ha originado con una reforma a la institución policial, Alvear tiene una opinión más dura, ya que sostiene que “creo que deberían sacar a Carabineros y que debería quedar solo la PDI. La verdad es que Carabineros perdió el respeto (de las personas) hace mucho tiempo ya. Por qué no se enfocan en otra cosa también, que es la droga”.

A pesar de que tiene claro que Carabineros tiene que cumplir un rol de orden público, asegura que “ellos ya perdieron el respeto. El pueblo ya no los quiere, porque uno se ha dado cuenta de todos los engaños que hacen. Las injusticias de ellos contra nosotros. Sobre todo ahora, que ni se me acerquen. De hecho, tenemos una orden de alejamiento, no pueden acercarse”.