La fundación chilena Leche para Haití (LPH) realizará durante noviembre su campaña de donación y captación de socios #NutreLaEsperanza.

La organización que tiene como objetivo contribuir a superar la desnutrición infantil en el país caribeño y crear conciencia en Chile sobre esta realidad, lleva once años realizando esta labor. 

LPH  entrega tratamiento nutricional, tratamiento médico e intervención psicosocial a niños y niñas, desde los seis meses y hasta los cinco años, que presentan desnutrición aguda, moderada y severa. Además, realiza capacitación a los tutores sobre alimentación y medicamentos, cuando es necesario.

Rutf, el superalimento

Cuando la fundación comenzó su trabajo en Haití, los recursos eran muy limitados y sólo se entregaba leche en polvo. Sin embargo, este no era un producto adecuado para tratar la desnutrición. 

Afortunadamente, desde el 2013 y en línea con la recomendación de la OMS, LPH incorporó el RUTF (Ready to Use Therapeutic Food), un suplemento alimenticio que es altamente energético.

Esta barra es elaborada a base de maní, hierro y una serie de vitaminas que son esenciales para el desarrollo de los menores. También es alta en zinc y proteínas, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico de los niños, evitando que contraigan enfermedades.

“Como las condiciones sanitarias son mínimas en Haití, esta barra es la mejor solución, ya que, a diferencia de la leche, no requiere de agua para su ingesta, por lo tanto, es más higiénica y fácil de administrar”, explica Carmen Lagos, directora de Leche para Haití. 

La ayuda es urgente

Según datos de Naciones Unidas, antes de la presencia del coronavirus, para este año un 40% de haitianos requeriría de algún tipo de ayuda humanitaria. 

Sin embargo, en un país azotado por la inestabilidad política y enfermedades como el cólera y la desnutrición; el COVID-19, vino a empeorar un escenario que ya era complejo. 

Y lamentablemente, uno de los grupos que sufre las mayores consecuencias son los niños. En Haití, el 8% de la población infantil muere antes de los cinco años de vida y el 22% de los niños con menos de cinco años, sufre desnutrición crónica.

“Si un niño es diagnosticado con desnutrición crónica, significa que nunca logrará su máximo potencial, incrementa el riesgo de muerte, inhibe su desarrollo cognitivo y afecta su salud con efectos para toda la vida”, señala Lagos. 

Por esta razón, la solidaridad y cooperación es clave para que más niños se desarrollen adecuadamente. 

Hazte socio o realiza una donación, ingresando en www.lecheparahaiti.cl  

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