¿Cayo el telón? ¿o empieza una nueva función? El categórico triunfo del Apruebo tiene varias lecturas: fin de la transición iniciada en 1990, rechazo a los partidos, desangre del gobierno, emergencia de un electorado critico y móvil, signo de inconformidad social, entre otras. Probablemente lo real sea una mezcla de todo. Lo mas seguro: entramos a una nueva fase.
Los actores políticos realineándose: Gobierno no atina, falta de empatía, cero humildad, división y desconcierto en sus filas. Augura mayores desencuentros en los próximos días. Peligroso, le queda mas de un largo año. La derecha dividida solo coincidirá en distanciarse de la Moneda. La oposición no lo hace mal, no fue capaz de celebrar unida. Si quisiera mantener el ritmo, debiera maniobrar con audacia en su unidad y en sus propuestas para enfrentar la crisis.
¿Como reaccionará la Bolsa? ¿El dólar? El empresariado en prudente silencio. No así los presidenciables y los que quieren serlo. La campaña presidencial se va a entremezclar con el debate constituyente. Hasta ahora muchos candidatos reemplazan su carencia programática con recursos mediáticos.
El mundo nos mira atento. Las elecciones bolivianas y el plebiscito chileno están demostrando que en América Latina existen mecanismos institucionales para enfrentar la crisis. Las mayorías democráticas constituyen también un claro rechazo a eventuales alternativas violentas.
Sensación térmica: Alegría y alivio… por ahora
Alegría y alivio en la mayoría de los hogares chilenos. Como el día de después de un examen de grado. Sin información del total del país, todo indica que los festejos fueron más de carnaval que de barricada. Un retorno súbito a lo mismo de ayer puede ser peligroso: querellas entre gobierno y congreso, pugnas y farándula de los presidenciables, unido a un lento e inexorable aumento de precios en alimentos.
En las elecciones se vieron FFAA sin armas, resguardando el proceso. Gobierno abusa a estas alturas del estado de excepción. La pandemia es una responsabilidad de las autoridades de salud, no es un tema de defensa. ¿El congreso no toma nota de esta anomalía?
Tiempo de recomposición, tiempo de reflexión. El futuro tiene un cauce institucional, dentro de el vendrán sorpresas, como en Bolivia. ¿Quién pensaba un año atrás que Lucho Arce sería el próximo presidente?