Los voluntarios han tenido que adecuar algunos procedimientos y capacitarse de manera online. Sin embargo, también aprovecharon este tiempo para mejorar la infraestructura tanto en la primera como en la tercera compañía.

Cambios en el tradicional sistema de guardia nocturna, actividades académicas online, e incluso, modificaciones en algunos procedimientos han sido algunos de los efectos que el coronavirus provocó en el quehacer cotidiano de los bomberos. “Tuvimos que adecuar procedimiento relacionado con accidentes vehiculares, para salvaguardar la salud, así como adquirir equipamiento para evitar la contaminación por COVID-19”, explica el Superintendente de Bomberos de Til Til, Paul López.

Y es que, cuando trabajan, nuestros “héroes anónimos” desconocen si están frente a una persona contagiada o no. Sin embargo, pese a la pandemia, la operatividad ha sido continua y aunque, al principio, fue difícil conseguir mascarillas, guantes y alcohol gel, debido a la alta demanda, Anglo American, apoyó a las cuatro compañías de Bomberos de Til Til con kits para prevenir el coronavirus.

Asimismo, en estos meses, Pro Til Til ejecutó dos proyectos clave para la operación bomberil en la zona, lo cual resulta indispensable considerando que las autoridades auguraron una durísima temporada de incendios al llegar el verano. “La primera y la tercera compañía presentaron un proyecto. La primera necesitaba la reparación de la techumbre del cuartel, que data de finales de los sesenta. Así es que se hizo una reparación completa. En la tercera, cuyo edificio hicieron a pulso los mismos bomberos, se mejoró todo el sistema eléctrico”, explica Paul López, refiriéndose a las compañías dirigidas por el director Juan José Montecino (Primera); y por el director Carlos Leiva (Tercera).

Lo anterior, fue posible gracias al apoyo de las empresas socias de Pro Til Til, Anglo American, Isa InterChile y KDM. La primera aportó recursos financieros, mientras que las otras dos ayudaron a gestionar dichos proyectos. “Al solucionar los problemas de infraestructura, los voluntarios podrán dedicar su tiempo a la atención de llamados de emergencia, sin tener que desviar su atención tanto en la gestión de fondos como en reparaciones realizadas por ellos mismos. Queríamos que pudieran gestionar las urgencias con la celeridad de siempre, pese al complejo año que la emergencia sanitaria nos puso enfrente”, detalla el gerente de Pro Til Til, Tomás Marín.

Según el Superintendente de Bomberos de Til Til, que tiene a su cargo a unos 160 voluntarios en el territorio, los accidentes vehiculares han aumentado en durante el confinamiento. “Creemos que, a lo mejor, por el estrés, han aumentado estas emergencias”, dice López, que -desde el cuartel general- supervisa tanto la recepción de llamados, como su canalización y clasificación, con el compromiso y espíritu de servicio que siempre ha caracterizado a estos héroes anónimos que acuden a nuestro llamado sin pedir nada a cambio.

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