La representante especial de Naciones Unidas y directora de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH, por sus siglas en inglés), Helen La Lime, ha advertido este lunes al Consejo de Seguridad que las violentas protestas desatadas tras el asesinato de un destacado jurista están llevando a Haití a «una espiral de inestabilidad» y denuncia la «sensación de impunidad».
Desde el asesinato el pasado 28 de agosto del presidente del Colegio de Abogados de Puerto Príncipe, Monferrier Dorval, «una tragedia que para muchos es el epítome del débil estado de derecho en toda la nación caribeña», se ha acrecentado la «sensación generalizada de impunidad».
Para luchar contra esto, ha pedido que «se respeten los derechos de las víctimas de las violaciones y abusos de los Derechos Humanos y que los perpetradores rindan cuentas». Para conseguirlo, ha añadido «se necesitarían al menos 10.000 agentes de policía bien capacitados y equipados para cumplir las normas policiales internacionalmente aceptadas».
Asimismo, La Lime ha puesto de manifiesto la «aguda polarización política y la debilidad de las instituciones del Estado», que son «catalizadores de la violencia», y ha evidenciado que el nombramiento de un nuevo Consejo Electoral Provisional por parte del presidente de Haití, Jovenel Moise, suscita «fuertes reacciones» del Tribunal de Casación por, supuestamente, su falta de representatividad.
La representante ha pedido «renovar el contrato social», especialmente ahora que Haití se prepara para entrar en un nuevo ciclo electoral, para «reducir el riesgo de impugnación de los comicios y de nuevos actos de violencia».
«La continua falta de confianza entre las fuerzas políticas está impidiendo todos los avances, salvo el más mínimo, en las prioridades que anteriormente habían obtenido un amplio consenso en todo el espectro político», dijo -en particular sobre la necesidad de reformar la Constitución- antes de las nuevas elecciones.
La muerte del jurista ha supuesto «una trágica pérdida para la sociedad haitiana ya que representaba un ejemplo de compromiso cívico y con la promoción del estado de derecho», mientras que ha hecho énfasis en el aumento de la percepción de inseguridad en el país, especialmente en los barrios más poblados de Puerto Príncipe, con bandas que desafían la autoridad del Estado y un grupo marginal de agentes de la Policía –Fantom 509– que «traen el desorden a la capital».
Coincidiendo con las palabras de La Lime, al menos una persona ha muerto este lunes en una manifestación en Puerto Príncipe para exigir justicia por la muerte del estudiante Grégory Saint-Hilaire, fallecido el pasado viernes víctima de supuestos disparos de un policía.