Post confinamiento los consumidores optan por productos locales, de origen natural y buscan aquellos que les otorguen una mayor confianza en términos de higiene
El 16 de octubre es el Día Mundial de Pan, donde se celebra un alimento básico en el mundo desde el nacimiento de la agricultura. Esta fecha también conmemorar el aniversario de la creación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), creada en 1945 para vencer el hambre.
Un día como este merece una celebración especial es nuestro país ya que, después de Turquía, somos el segundo país que consume más pan a nivel mundial con cerca de 90 kilos al año. A esto se suma que el 96,3 % de los hogares de las principales ciudades destinan parte de su presupuesto al consumo de pan.
“El pan es un alimento básico en la dieta de los chilenos, sin importar estratos sociales, está presente en todas las mesas, además, es un alimento muy noble, económico, fácil de elaborar y que combina perfectamente bien con todas las comidas del día”, asegura Agnes Abusleme, gerente de marketing de Puratos Chile.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia a nuestro país, y al mundo entero, se produjo un cambio en el consumo de alimentos, incluido del pan. Según un estudio sobre el consumo de pan en época de Covid-19 -realizado por Puratos, empresa belga que ofrece ingrediente de panadería- 2 de cada 3 chilenos economizan en gastos de alimentos por la crisis sanitaria, sin embargo, no están dispuestos a transar en la calidad del pan que consumen.
La indagación realizada en todo Chile señala además que las tiendas artesanales o negocios pequeños se han convertido en el canal preferido por los consumidores a la hora de comprar el producto y que el 16% de los encuestados dice estar dispuesto a comprar pan de manera online. “Esto se puede explicar, en parte, por la preferencia hacia los productos locales o naturales y que los consumidores sienten una mayor confianza en términos de higiene y seguridad alimentaria en este tipo de tiendas que en grandes supermercados”, explica Agnes Abusleme.