Según datos de la Organización Mundial de la Alergia (WAO), más del 50% de los afectados por rinitis vivirán con ella durante unos diez años; un 22% deberá soportarla toda la vida y otro 28% tendrá que convivir con ella entre 10 y 20 años. En todos los casos, los síntomas son los mismos, con mayor o menor intensidad: picazón en la nariz, boca, ojos o garganta, congestión nasal, estornudos y ojos llorosos.
Belén Reyes, fonoaudióloga de Centros Auditivos GAES Chile, explica que la conexión de la nariz con el oído a través de la Trompa de Eustaquio puede causar derivaciones de estos síntomas hasta el sistema auditivo. Por ejemplo, si se genera inflamación y mucosidad en las vías respiratorias, el oído puede acabar pagando también las consecuencias en forma de otitis. “La sensación de oídos tapados, incluso ruidos y disminución de la audición, se asocia a síntomas de la rinitis alérgica. Es la llamada otitis media secretora cuando hay mucosidad en el oído medio” indicó.
En estos casos se debe acudir al especialista otorrinolaringólogo para comprobar el estado de los oídos, por si fuera necesario añadir algún tratamiento más específico que los antialérgicos para solucionar el problema ótico.
Los estornudos y el oído
También los estornudos, síntoma frecuente de la alergia primaveral, pueden ser un factor de riesgo. Y es que si los reprimimos o retenemos podemos producir un aumento de presión en la nariz y la garganta que puede pasar a los oídos, haciendo que pasen bacterias a su interior y puedan provocar una infección.
Belén reyes advierte que no es aconsejable tratar de rascarse o poner algo en el interior del canal auditivo. En su lugar, se puede limpiar el oído suavemente con un paño tibio, escurrir y secar con cuidado. En el caso que el afectado use audífonos, la limpieza regular de ellos es siempre recomendable, especialmente durante la temporada de alergias. Para recibir orientación de profesionales respecto a estos temas, GAES implementó asesorías gratuitas online.
