El mal dormir ha sido un tema relevante durante todo lo que llevamos de pandemia. Insomnio, y ansiedad son algunas de las patologías que han afectado a los chilenos y si a eso le sumamos los ronquidos, el dormir de muchos se ha hecho muy difícil.
Los ronquidos no sólo afectan a la persona que ronca sino que además a las demás personas que viven en la misma casa.
Hasta hace poco el único método que había para saber qué tan ruidoso o sostenido había sido el ronquido nocturno, era según el tipo de mirada de la persona con la que habías dormido.
Por suerte, RoncoLab (SnoreLab) es una gran alternativa a esas miradas matutinas. La app graba tus ronquidos en un iPhone o en un iPad para ofrecerte datos objetivos.
Igual registra la intensidad de tus ronquidos evaluando qué hábitos podrían estar causándole y señalando posibles remedios terapéuticos para reducir los niveles de tu Roncómetro y así mejorar tu descanso.
La grabación de tus sesiones puede iniciarse manualmente y utilizando a Siri como atajo. Al despertarte, RoncoLab (SnoreLab) te dará los buenos días con una gráfica que representa el sonido de tus ronquidos, desglosándolo según la intensidad del volumen de cada fragmento. Puedes reproducir la grabación (una experiencia especialmente surrealista) y guardarla para enseñársela a un médico si lo necesitas.
Añadir los condicionantes que podrían afectar tu descanso, como la cafeína, el alcohol o ese litro de helado que te tomaste después de media noche, puede ayudar a identificar patrones de conducta pocos saludables y eliminar los ronquidos más rápidamente.
Registrar qué medidas estás llevando a cabo para luchar contra los ronquidos (tiras nasales, dormir de lado, etc) te permitirá analizar la efectividad de los remedios.
La sección Tendencias te ofrece datos estadísticos de tu evolución para que evalúes los esfuerzos que estás haciendo para tener noches más tranquilas reduciendo el nivel de tu Roncómetro. Pruébalo, la personas en tu hogar te lo agradecerán.
Esta aplicación la puedes descargar desde el App Store ACÁ.
