En septiembre se conmemora globalmente el Mes del Mieloma Múltiple, el segundo tipo de cáncer de sangre en incidencia a nivel mundial que generalmente se manifiesta con “dolor óseo por fracturas, anemia, calcio elevado, aumento de proteínas y que afecta de 4 a 10 personas por cada cien mil habitantes en Chile”, de acuerdo con el Dr. Mauricio Ocqueteau, Jefe del Programa de Sub Especialidad de Hematología y Jefe del Grupo de Hematología de la Universidad Católica.
Por su parte, la Dra. María de los Ángeles Rodríguez Siclari, Presidenta de la Sociedad Chilena de Hematología (SOCHIHEM), señala que es importante consultar al especialista ante los síntomas “ya que es una enfermedad que puede tener muy buen pronóstico si se maneja de forma precoz. Cada vez es más frecuente ver a pacientes de 40 años debutando con un mieloma múltiple y, por ello, el reto que se nos presenta es encontrar la combinación de fármacos que nos permitan lograr la respuesta más profunda desde el inicio del tratamiento y que el paciente, sobre todo en aquellos menores de 60 años, no progrese tan rápido, que puedan tener la mejor calidad de vida posible”.
Especialistas concuerdan que los avances científicos a nivel de terapias y tratamientos han sido notoriamente favorables en 20 años de evolución, “logrando triplicar el tiempo de vida de las personas, de tres años a los nueve o más años, lo que da una esperanza de que esta patología puede ser curable o controlable de forma crónica, como pasa con la diabetes o el Sida”, agrega el Dr. Ocqueteau.
El tratamiento en pandemia no debe suspenderse
En relación a la pandemia, las personas que padecen mieloma múltiple son pacientes oncológicos que tienen el mismo riesgo de contagiarse por COVID-19 que el resto de la población. Sin embargo, “al ser pacientes en quimioterapia, inmunosuprimidos, muchos trasplantados, el padecer COVID-19 los pone en riesgo de una mayor mortalidad o de generar una enfermedad grave con complicaciones. El hecho de que el mieloma esté bien controlado es lo que va a ayudar a algunos pacientes”, indica el Dr. Hernán López, Hematólogo de la Clínica Las Condes y del Hospital Barros Luco.
En ese sentido, los expertos hacen un llamado a los pacientes a no abandonar el control ni el tratamiento. “Se pueden tomar todas las medidas de prevención para controlar el riesgo, pero el tratamiento no debe suspenderse por ningún motivo. Hay que seguir cuidándonos, pero eso no significa no seguir con controles o tratamientos. Si bien esperamos que el mieloma múltiple se siga transformando en una enfermedad crónica, puede ser agresiva, las personas pueden tener complicaciones graves y es lo que no queremos. Estamos preparados para atenderlos con la mayor seguridad posible”, enfatiza la Dra. Rodríguez.
Igualmente, el Dr. Ocqueteau agrega que “hemos aprendido a hacer telemedicina, la hemos incorporado y ha funcionado muy bien. Por otra parte, los centros de quimioterapias están concentrados en dar tratamiento. La cantidad de pacientes por tiempo y metros cuadrados es menor y esto se ha hecho para minimizar la exposición de ellos y también del personal de salud. Asimismo, se hace chequeo de PCR, que es el examen para diagnosticar COVID-19; los pacientes que se han contagiado se manejan de una manera diferente. En general, los pacientes oncológicos tienen una relación muy cercana con sus médicos, desde antes de la pandemia. Muchos de nuestros pacientes son impostergables”.
La posibilidad de medicina personalizada
Los medicamentos biológicos se han convertido en una herramienta importante de la nueva medicina personalizada. Entre esos nuevos avances se encuentran anticuerpos monoclonales cuyo mecanismo de acción consiste en “bloquear o atacar específicamente a una proteína determinada de la célula tumoral y hacer que el sistema inmune reconozca a esta célula y la elimina. Se asemejan a misiles teledirigidos, respetando la célula normal”, especifica Ocqueteau.
Junto a la notable evolución en tratamientos que garantizan una mayor y mejor vida, ha habido importantes progresos en cuanto al acceso, pues esta enfermedad está cubierta por las Garantías Explícitas en Salud (GES), permitiendo la disponibilidad de opciones más farmacéuticas.
De acuerdo con el Dr. López, esta inclusión en la canasta GES “permite que haya una estructura para diagnóstico y tratamiento que debe cumplirse, lo que considera estudio de laboratorio e imágenes que el paciente debe tener disponible”.