El primer ministro británico, Boris Johnson, acusa a la Unión Europea de tratar de romper el Reino Unido con una «interpretación extrema» del protocolo para Irlanda del Norte del Acuerdo del Brexit, que firmó en octubre de 2019.
«No podemos dejar el poder teórico de partir nuestro país -de dividirlo- en manos de una organización internacional», escribe el mandatario conservador en la edición de este sábado del diario The Daily Telegraph.
«Nos dicen ahora que la UE utilizará una interpretación extrema del protocolo de Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial a máxima escala en el mar de Irlanda, si no aceptamos los términos de la UE», Boris Johnson.
Johnson intenta en su escrito mitigar la rebelión que se está formando en su partido en oposición a un proyecto de ley cuya implementación violará la legislación internacional, según reconoció el propio gobierno.
La propuesta legislativa, que se someterá el lunes 14 a votación en la Cámara de los Comunes, incluye tres párrafos que dan vía libre al Ejecutivo para modificar o ignorar los términos aduaneros y de ayuda estatal acordados en el protocolo norirlandés.
De aprobarse en su narrativa original, el Gobierno británico podrá resquebrajar el Acuerdo de Retirada de la UE, de forma unilateral y sin la mediación del Comité Conjunto sobre Irlanda del Norte, donde, según Johnson, «las cosas corren el riesgo de irse a pique».
«Nos dicen ahora que la UE utilizará una interpretación extrema del protocolo de Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial a máxima escala en el mar de Irlanda, si no aceptamos los términos de la UE», escribe.
El premier agrega que la UE amenaza con imponer bloqueos comerciales entre el territorio británico del noreste de la isla de Irlanda y Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales).
«Debo decir que nunca creímos que la UE estaría dispuesta a utilizar un tratado, negociado con buena fe, para bloquear una parte del Reino Unido, para recortarlo, o que amenazaría de hecho con destruir la integridad económica y territorial del Reino Unido», añade el jefe del Gobierno británico.
Al mismo tiempo, Johnson deja entrever en el artículo que su órdago legislativo forma parte de su táctica de choque en la negociación de un tratado de libre comercio con la UE antes de la conclusión de la transición, el 31 de diciembre.
VETO DE EEUU
El proyecto de ley del Mercado Interno, que regula el libre intercambio de mercancías entre las naciones del Reino Unido en el Brexit, ha provocado duras críticas dentro y fuera del país.
Una treintena de parlamentarios conservadores, incluidos exministros y líderes ultra euroescépticos, contemplan desafiar al Ejecutivo apoyando algunas enmiendas que se someten a voto en ambas cámaras del Parlamento de Westminster.
En Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi recalcó que «no hay ninguna posibilidad» de que la Cámara de Representantes, que ella preside, apruebe un tratado comercial bilateral con Reino Unido si el Gobierno británico arriesga la estabilidad en Irlanda del Norte incumpliendo los términos del Tratado de Retirada de la UE.
Por otro lado, los Ejecutivos de Escocia y Gales se oponen al polémico plan legislativo y acusan al Gobierno de Johnson de «apropiarse de competencias» que corresponden a las administraciones autonómicas en cuanto Reino Unido abandone el mercado único y la unión aduanera de la UE.