Investigación de Kaspersky reveló también que el 8% de los progenitores no ha establecido reglas de seguridad en Internet para sus hijos, pero cree que debería hacerlo; mientras un 77% sí ha discutido en familia al respecto.
En el contexto actual producto de la pandemia, en el que la conexión a Internet se ha vuelto primordial tanto para padres como para hijos, la exposición a situaciones de peligro en la red se ha incrementado y, con ello, las preocupaciones de los adultos por la ciberseguridad de los menores. No obstante, muchos aún desconocen ciertas experiencias que los niños podrían estar viviendo en la red y poniendo en peligro su integridad.
Así lo demuestra un estudio desarrollado en la región por la compañía global de ciberseguridad Kaspersky, en conjunto con la consultora de estudios de mercado CORPA, y que reveló que uno de cada 10 padres chilenos ignora si un desconocido ha intentado ganarse la confianza de sus hijos en línea. En tanto, un 6% reconoce que al menos una vez, un extraño ha contactado a sus niños por alguna razón.
El sondeo evidenció además que la mayor preocupación que los progenitorestienen mientras los menores navegan en Internet es que sean acosados sexualmente. En este sentido, los más intranquilos son los padres peruanos y mexicanos, con 82%, seguidos por los brasileños con 80%. Más atrás se ubican chilenos y colombianos (78%) y, finalmente, argentinos (73%).
La segunda gran inquietud de los adultos es que los niños consuman contenido inapropiado, especialmente pornográfico, y aquí nuevamente los padres peruanos se muestran mayormente intranquilos, con 76%. Luego se sitúan mexicanos (73%), colombianos (72%), brasileños (71%), chilenos (70%) y, por último, argentinos con 54%.
El estudio se enmarca en la campaña Niños Digitales realizada en Latinoamérica por Kaspersky, para analizar qué tan involucrados y comprometidos están los padres y madres de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, en la vida digital de sus hijos.
Seguridad en casa
La investigación reveló también que, el 8% de los progenitores chilenos no ha establecido reglas de seguridad en Internet para sus hijos, pero cree que debería hacerlo; mientras un 81% sí ha discutido en familia al respecto.
En cuanto a las acciones para proteger a los menores de las amenazas cibernéticas, limitar el tiempo de uso de las pantallas es la medida más utilizada por los adultos latinoamericanos, con 84%. En tanto, solo un 6% de los chilenos solicita al proveedor de Internet bloquear el acceso a sitios inapropiados.
Respecto del uso de soluciones de seguridad con control parental en los dispositivos que emplean los menores, el 72% de los encuestados reconoce no utilizar ninguna versus el 28% que sí lo hace. En este punto, los más precavidos son los padres colombianos, con 36%, seguidos por mexicanos (34%) y argentinos (29%). Más atrás se sitúan brasileños (27%), peruanos (23%) y, por último, chilenos (22%).
«En el contexto actual de confinamiento, donde los niños suelen pasar más tiempo en línea con mínima supervisión, es de suma importancia que los adultos resguarden la experiencia digital de los menores y promuevan reglas básicas sobre lo que éstos pueden o no hacer en línea. Además, como parte de esa guía, es recomendable que los progenitores hablen con sus hijos acerca de los diferentes tipos de ciberamenazas y empleen herramientas de control parental que los ayuden, no solo a filtrar contenido peligroso, sino también a mantener un tiempo frente a la pantalla sano”, explica Carolina Mojica, gerente de productos para el consumidor en Kaspersky.
Para ayudar a los padres a proteger a sus hijos del acoso sexual y otras amenazas en Internet, Kaspersky recomienda:
Conversa periódicamente con tus hijos acerca de los peligros en línea. Asimismo, trata de ser su guía sobre seguridad en la red y entrégales la confianza para que se acerquen a ti ante cualquier situación que los haga sentir incómodos (acoso, sexting, grooming).
Enseña a tu hijo a bloquear e informar cuando vea o experimente cualquier situación problemática en la web. Esto ayuda a crear una buena etiqueta en línea y refuerza la seguridad de tu hijo para tomar control.
Comparte la responsabilidad. Enseña a tu hijo a actuar en línea de la misma forma que lo haría offline. Si hay algo que no enviaría, compartiría ni diría en el mundo físico, entonces tampoco debería hacerlo en línea.